Los aceites de oliva y girasol son, por este orden, los más consumidos por los españoles. Los dos son grasas vegetales y ambos poseen propiedades saludables, pero tienen sus diferencias. Por eso hay varias cuestiones que nunca están de más:

¿Cuál de los dos deberíamos consumir?

Los expertos no tienen dudas sobre la primera pregunta, la de cuál consumir. "Sin dudas, aceite de oliva", responde el catedrático emérito de Tecnología de Alimentos de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, José Fernández Salguero, en una tribuna de opinión publicada recientemente en Diario CÓRDOBA. El catedrático añade, también sin dudarlo, que el que todos deberíamos consumir es "el aceite de oliva virgen extra o aceite de oliva virgen". En ese sentido argumenta que "el aceite de oliva virgen extra (AOVE) se obtiene de aceitunas de la mejor calidad y con una tecnología de extracción optima. Presenta una calidad organoléptica superior, con aroma frutado y unos atributos variables de amargo, picante y astringencia, debidos a numerosos compuestos minoritarios funcionales (que ayudan a mejorar la salud y el bienestar) que le dan estabilidad oxidativa y un excelente valor nutricional".

¿Cuál es mejor para freír?

Los expertos en nutrición también señalan que el aceite de girasol es uno de los más saludables. Pero los aceites más beneficiosos para la salud son los que tienen un alto contenido de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, y ahí gana el aceite de oliva. No obstante, a la hora de freír, hay que tener en cuenta el denominado punto de humo, a la hora de elegir un aceite concreto.

El punto de humo es la temperatura a la que el aceite comienza a humear y a descomponerse. Cuando eso ocurre, el aceite puede perder parte de su valor nutritivo y dar un gusto desagradable. Gracias a su contenido en ácido oleico, que es monoinsaturado, el aceite de oliva permite una gran estabilidad oxidativa, por lo que es bastante resistente a las temperaturas que se dan en el proceso de fritura. En definitiva, es un muy buen aceite para freír.

¿Más barato?

Hasta hace unos meses, el aceite de girasol era el aceite barato, si se comparaba con el precio del aceite de oliva. Sin embargo, el litro de girasol ha pasado de costar de 1,20 euros a superar los 3 euros en muchos casos. Detrás del alza está la guerra de Ucrania. No en vano, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, España importa anualmente unas 500.000 toneladas de aceite de girasol de Ucrania, una cifra que, según los expertos, representa alrededor del 60% del total de las importaciones que se realizan de este producto. El frenazo que ha supuesto la guerra se ha traducido en una subida de precios del aceite de oliva durante este año.