Cuando aprieta el calor, uno de los platos que no puede faltar en nuestra casa es, sin duda, el salmorejo. Esta receta es muy representativa del patrimonio gastronómico español y, además, puede considerarse una comida saludable que nos refresca e hidrata en verano. Sin embargo, a los verdaderos amantes del salmorejo les gustará descubrir que, además de la forma más tradicional, existen múltiples maneras de prepararlo. Aquí te dejamos algunas recetas alternativas del salmorejo de toda la vida, para que no te canses de probarlo.
Salmorejo clásico cordobés
Si bien es cierto que “cada maestrillo tiene su librillo”, aquí te dejamos una receta sencilla e infalible.
Ingredientes
- Un kilo de tomates maduros
- 200 gramos de pan duro
- 150 ml de aceite de oliva
- Un diente de ajo
- Un huevo
- Taquitos de jamón ibérico
- Sal al gusto
Elaboración
- Pelar, cortar y triturar los tomates con ayuda de una batidora.
- Añadir el pan en cachos pequeños y, una vez haya ablandado, triturar con la batidora.
- Añadir el ajo pelado, el aceite y la sal y volver a triturar.
- Dejar reposar un par de horas en la nevera.
- Cocer el huevo y cortar en trozos pequeños.
- Servir el salmorejo y decorar con el huevo, el jamón y un chorro de aceite de oliva.
Salmorejo de fresas
¡Atrévete con el dulce!
Ingredientes
- Un kilo de tomates maduros
- 200 gr de fresas maduras picadas
- 2 dientes de ajo
- Medio vaso de aceite de oliva
- Un chorro de vinagre
- Un puñado de sal
- 1 pieza de pan de miga
- Una cucharadita de azúcar
Elaboración
- Pelamos y troceamos los tomates.
- Los ponemos en la batidora con las fresas y los ajos picados, el aceite, vinagre, azúcar, el pan troceado y la sal.
- Trituramos hasta que quede una pasta muy homogénea.
- Probamos de sal. Lo pasamos por un colador.
- Dejamos enfriar unas horas en la nevera y servimos decorado con fresa picada, unas virutas de jamón, huevo duro, tiras de queso fresco o unas hojas de albahaca picadas.
Salmorejo de aguacates
Ten en cuenta que para realizar este salmorejo es muy importante que los aguacates estén en su punto de madurez. Además, acuérdate de añadir el limón desde el principio para que el aguacate no pierda su color.
Ingredientes
- Tres aguacates grandes y maduros
- Un tomate grande y rojo
- Un diente de ajo grande
- Un buen trozo de pepino
- 150 g de miga de pan
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- El zumo de 1 limón grande o 2 pequeños
- Sal
- Un chorrito de vinagre de vino blanco suave (opcional)
Elaboración
- Pelamos, troceamos los aguacates y eliminamos los huesos centrales.
- Los añadimos en un bol junto con la miga de pan, el tomate pelado y troceado, el limón, el aceite el pepino pelado y troceado, el ajo y la sal.
- Trituramos todo en la batidora.
- Probamos de sal. Si está demasiado espeso puedes añadir un poquito de agua hasta conseguir la textura que te guste.
- Servimos muy frío con unos langostinos picados, atún o melva desmenuzado, o unos tomatitos y pepino picados, al gusto.
Salmorejo de pimientos del piquillo
Ingredientes
- Un kilo de tomates maduros
- Un bote de pimientos del piquillo de unos 300 gr.
- Un diente de ajo grande
- Medio vasito de aceite (120 ml)
- Un chorrito de vinagre de manzana o de vino blanco suave (opcional)
- Un buen puñado de sal
- Una pieza mediana de pan de miga asentada (100 gr)
Elaboración
- Pelamos y troceamos los tomates.
- Los añadimos a la batidora junto con los pimientos, los ajos, el aceite, el vinagre, el pan troceado y la sal.
- Trituramos añadiendo un poco de agua si la masa es demasiado espesa.
- Probamos de sal.
- Pasamos por un colador para conseguir una textura más fina y cremosa.
- Dejamos enfriar unas horas en la nevera.
Salmorejo de manzana
¡Es light! En esta variedad del salmorejo tradicional el pan se sustituye por un espesante natural, la manzana.
Ingredientes
- Cuatro tomates grandes y maduros, bien rojos
- Dos manzanas grandes
- Un diente de ajo grande
- Sal al gusto
- Aceite de oliva virgen extra al gusto
Elaboración
- Pelamos y troceamos los tomates.
- Pelamos y troceamos las manzanas.
- Añadimos a la batidora todos los ingredientes, a excepción del aceite.
- Trituramos a la vez que vamos añadiendo el aceite en un hilo hasta que hay una masa homogénea.
- Dejamos enfriar en la nevera.
- Servimos muy frío con taquitos de jamón y huevo duro.
En definitiva, el salmorejo es un plato que da mucho juego en la cocina. Podríamos tirarnos horas y horas descubriendo la gran cantidad de alimentos que le aportan jugosidad, exotismo y frescor a la receta tradicional. Así que, no nos lo pensemos demasiado y ¡manos a la obra! Al fin y al cabo, no hay mejor época que ésta para ponerse el delantal y experimentar.
