Pocas cenas hay más ideales que unos buenos langostinos cocidos. Y es que además de ser sabrosos, también aportan un alto porcentaje de nutrientes (y muy pocas grasas). Por eso, además de ser los grandes protagonistas de las cenas de Navidad y de las ocasiones especiales, también pueden convertirse en una cena completa para darse un capricho de vez en cuando.

En su versión ligera, se pueden consumir solos, acompañados de una mayonesa casera y, por ejemplo, en una buena ensalada. Las posibilidades son infinitas y harán que sea imposible aburrirse de comerlos.

Desde el punto de vista nutricional, los langostinos son una gran fuente de proteínas y son ricos en ácidos grasos omega 3, que ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares y reducen el colesterol. También contienen una buena cantidad de hierro, calcio y fósforo, y son bajos en grasas. Por contra, hay que moderar su consumo porque son ricos en ácido úrico, que puede incrementar el riesgo de sufrir gota.

Langostinos cocidos. Shutterstock

Para disfrutarlos al máximo, es vital cocerlos adecuadamente. Para ello, esta receta nunca falla.

Ingredientes

  • 12 langostinos
  • 3,5 litros de agua
  • 190 gramos de sal
  • Hielo

Preparación

  • Poner a hervir dos litros de agua con 70 gramos de sal.
  • Preparar en un bol 1,5 litros de agua, 120 gramos de sal y cubitos de hielo. Remover para que la sal se disuelva lo máximo posible.
  • Cuando el agua hierva, incorporar los langostinos y cocer durante dos minutos y medio.
  • Retirar e introducir en el bol con agua helada para frenar la cocción durante cinco minutos.
  • Dejar escurrir en sobre un papel de cocina para que pierdan toda el agua.
  • Servir y consumir.