El recetario de platos típicos de la cocina andaluza es infinito y cada provincia aporta un buen repertorio de sus mejores propuestas gastronómicas que engrosan el imaginario de los fogones de casas, tabernas, bares y restaurantes a lo largo de la geografía de Andalucía.

En esta ocasión nos detenemos en la Costa de la Luz para disfrutar de unas albóndigas de choco, uno de los platos más populares de la cocina de Cádiz y sobre todo de Huelva, no en vano ya dice la expresión “más de Huelva que un choco”. Por cercanía es un plato que también gusta mucho en Sevilla, donde es frecuente encontrar las tapas de albóndigas de choco con patatas.

Se trata de una receta sencilla, tradicional y muy popular que hace las delicias de mayores y pequeños, cuya salsa agradece el acompañamiento con unas ‘papas’, y cuyo sabor marinero te traslada a la orilla del mar. Te contamos cómo prepararlas paso a paso.

Ingredientes (para cuatro personas)

Para las albóndigas:

500 gramos de choco (o sepia)

150 gr de langostinos crudos (o gambas)

100 gr de miga de pan duro

Un huevo

Harina

50 ml de leche

1 diente de ajo

Perejil

Sal y pimienta

Para freír:

Aceite de oliva virgen

Para la salsa:

1 cebolla mediana

1 diente de ajo

1 cucharadita de harina de trigo

100 ml de vino blanco

300 ml de caldo de pescado

Azafrán

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Preparación

  1. Para elaborar la albóndigas, limpiamos bien la sepia, por dentro y por fuera retirando el hueso, las tripas y el pico, y retiramos las partes duras. Troceamos también los langostinos (o gambas). A continuación picamos (preferiblemente en el robot de cocina) la sepia y los langostinos con el pan duro, el ajo y el huevo con un pellizco de sal y pimienta. Es importante que en el picado se noten los trozos del pescado y no quede como una masa. Una vez troceado, formamos las bolas de las albóndigas a mano. Pasamos las albóndigas por la harina y las freímos en aceite de oliva sin que se doren en exceso, se escurren y se reservan.
  2. Preparamos a continuación la salsa. Para ello, picamos la cebolla y el ajo muy fino y los pochamos a fuego lento en el mismo aceite en el que hemos frito las albóndigas, añadimos el caldo de pescado con el azafrán diluido y el vino, dejamos que reduzca al fuego para que se espese un poco. Salpimentamos al gusto y a continuación, se añaden las albóndigas, cuando cojan temperatura las dejamos entre diez y quince minutos removiendo de vez en cuando para evitar que se peguen. Si la salsa se queda muy líquida, podemos añadir una cucharada de harina para esperarla. También se pueden separar las albóndigas y trituras la salsa para luego incorporarla a las albóndigas.
  3. Una vez listas se sirven con patatas fritas.

¡Buen provecho!