Diario Córdoba

Diario Córdoba

Al margen

'El triángulo de la tristeza'

Una imagen de la película 'El triángulo de la tristeza'. CÓRDOBA

Interesante, extravagante, satírico, mordaz, escatológico, excesivo, inteligente, desesperante… eso y muchas cosas más es el cine de Ruben Östlund, que ya se pudo apreciar en The Square (2017), pero ahora, en Triangle of Sadness, vuelve a insistir en ese estilo, retorciéndolo, y sumando una Palma de Oro más a su currículum. Además, ha sido nominado por esta producción al Oscar a mejor película, dirección y guion original. Si en el primer título citado se inspiraba en lo que rodea al arte contemporáneo, en este último se ríe de la superficialidad del mundo de la moda, de esos espacios televisivos que se graban en islas con ricos y famosos venidos a menos con vocación de náufragos y, por último, de la clase alta que navega a la deriva en cruceros exclusivos para millonarios e influencers. Puro cinismo.

Película de excesiva duración (147 minutos), como gran parte del cine que se hace últimamente (parece haberse perdido el sentido de la medida); dividida en tres actos y un prólogo donde, en un casting de modelos, se nos da a conocer el porqué de este título. El guion, también escrito por este cineasta sueco, pone en evidencia lo directamente proporcional que puede llegar a ser la estupidez y el exceso de riqueza económica: poniendo a la misma altura el lujo y la mierda.

Así, sin más. Sin escrúpulo alguno. Incluso se permite dar la vuelta a la clase social que ejerce el poder de un acto a otro, poniendo a los millonarios a las órdenes de la más lista, que no es otra que la limpiadora del barco en que viajaban, la más diestra en supervivencia. A ratos se torna divertida la trama, después de algún pasaje desconcertante y algún otro bastante desagradable; aunque si se reflexiona, uno puede cuestionarse si es aceptable esa sonrisa. La mirada, incisiva y bestial, de este director nos llevará a lugares hasta ahora infranqueables en que, si nos quitamos el traje de lo políticamente correcto, podremos penetrar en su mundo a través de esta sátira que navega, se hunde y vuelve a salir a flote.

Compartir el artículo

stats