La gran pantalla ha sido muchas veces clave en la creación de tendencias. Inmortales serán el moño italiano de Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes', el pionero estilo pixie de Demi Moore en ‘Ghost’ o la larga melena de Mel Gibson en 'Braveheart'. Son cortes que marcaron un antes y un después. Que permanecen. Looks que conquistan, peinados que inspiran. El cine ha conseguido que muchos estilos se cuelen en los hogares, convertidos desde la pandemia en pequeñas peluquerías, y se vean frecuentemente en el día a día.

La cara B la tienen aquellos peinados que han cogido la senda contraria. He aquí algunos que nos han dejado estupefactos. Sin palabras. Son cortes terriblemente extraños que también marcaron un antes y un después, pero a la inversa. Incorporarlos, probablemente, no es opción. Por llamativos, por poco ortodoxos, por bizarros, por cutres o por horteras.

Naomi Grossman - 'American Horror Story'

American Horror Story

Sin palabras. El de Naomi Grossman es, quizá, el mejor ejemplo del daño que puede hacer un corte de pelo en una persona. Indescriptible. Quizá con otro look, otro gesto... El pelo siempre crece. Es, a priori, su única solución.

Christian Bale – 'La gran estafa americana'

La gran estafa americana

La transformación asusta. Es cierto que el actor tuvo que engordar 20 Kilos para dar vida a Irvin Rosenfeld en 'La Gran Estafa Americana'. Pero también lo es que ese peinado en tierra de nadie, ni calvo ni con pelo, no resulta favorecedor.

Jim Carrey - 'Dos tontos muy tontos'

Dos tontos muy tontos

Es icónico. Tanto que quizá ya no duela. Pero la realidad es que el de Jim Carrey en ‘Dos tontos muy tontos’ es uno de los ejemplos épicos de peinado cutre del cine. Es cierto que se impone una tendencia parecida ahora, pero tiene matices (la parte de abajo suele ir más corta). El personaje de Carrey se hace el corte poniéndose encima un tazón. 

Gary Oldman – 'El quinto elemento'

El quinto elemento

Zorg, el mítico villano al que da vida Gary Oldman en este filme, es la versión estadounidense del castizo Krispín Klander. En cualquiera de ellas el corte es, cuanto menos, atrevido. Para pensarlo.

Javier Bardem - 'No es país para viejos'

No es país para viejos

Seguimos impactados. Ese corte, seña de identidad del cruel y despiadado asesino Anton Chigurh, ha sido de los peinados más comentados de la historia del cine. Aunque su creador, el peluquero y maquillador canadiense Paul LeBlanc, ganó un Oscar al mejor maquillaje por otro film ('Amadeus' en 1984), este será su trabajo más recordado. Mirándolo fijamente, sigue dando impresión.