Al llegar a casa, Roger y Julia descubren que alguien ha entrado en su piso. No se han llevado absolutamente nada pero, sin embargo, se han acostado en su cama de matrimonio, ha movido de lugar los juguetes de su hija de seis años y han dejado la televisión en funcionamiento con un DVD de una ecografía de la niña. La pareja vive la situación con inquietud y preocupación, y se preguntan quién y por qué debe de haberlo hecho. Después del incidente, Roger y Julia irán descubriendo aspectos que desconocían de su pareja.