La Semana Santa menciana goza de un estilo propio caracterizado por el ensamblaje de tradición y modernidad. Este ensamblaje está representado en momentos importantes de la misma, como son El Vía Crucis, El Lavatorio, El Prendimiento, El Descendimiento y La Bendición en las "cuatro esquinas", todo ellos complementados con los "rezaores y pregoneros". Sus versos que datan del siglo XV, narran momentos de la pasión a lo largo de las distintas estaciones de penitencia.

El mayor esplendor de la Semana Santa menciana se ha alcanzado en la última década, auspiciado por la incorporación de jóvenes cofradías que han añadido estilos propios, los cuales junto a los elementos tradicionales anteriormente descritos, dotan del estilo peculiar de la Semana Santa de Doña Mencía, recientemente declarada de Interés Turístico Andaluz.