La Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles (Amda), nos detalla algunos consejos sobre seguros para elegir el que más nos interese y no llevarnos sorpresas en caso de siniestro. La legislación obliga a todos los propietarios de vehículos a contratar un seguro que cubra la responsabilidad civil, es decir, los daños ocasionados por el vehículo a terceros. Es importante saber que las garantías del seguro a terceros no cubren los daños producidos al propio conductor ni al vehículo asegurado. Por este motivo, las aseguradoras ofrecen otras modalidades de seguro que sí dan estas coberturas como pueden ser la rotura de lunas, el incendio, los daños al conductor, la asistencia en viaje o la asistencia jurídica.

El seguro a todo riesgo es el más completo, ya que también cubre los daños propios producidos en el vehículo asegurado. A la hora de contratar un seguro a todo riesgo conviene valorar los límites establecidos por la aseguradora, sobre todo el importe económico que recibirá el conductor o su familia por muerte o invalidez y los gastos por asistencia sanitaria. Igualmente, en el seguro a terceros se aconseja comparar las limitaciones en las coberturas porque se pueden encontrar importantes diferencias entre aseguradoras, especialmente en los seguros low cost. La antigüedad del vehículo es un factor clave a la hora de valorar el tipo de seguro a contratar. Cuantos más años tiene el vehículo, las visitas al taller suelen ser más frecuentes, en este caso lo más aconsejable es un seguro básico a terceros que se puede complementar con un seguro de rotura de cristales, robo o incendios sin notarlo mucho en el precio.