El penúltimo tramo de la Vía Verde del Aceite a su paso por la provincia de Córdoba, antes de adentrarnos en la de Jaén, discurre en un paisaje lleno de contrastes que nos brinda la oportunidad de descubrir los tesoros del pasado.

El recorrido parte de Zuheros y continúa hasta la estación de Luque, pero es en este último punto donde el camino se bifurca. Aquí nace un ramal en dirección a Baena. Son un total de 14,9 kilómetros que transcurren entre la sierra y la campiña cordobesas.

Tras perdernos por las empinadas calles de Zuheros, comenzamos el itinerario atravesando un viaducto de 104 metros de longitud construido en el siglo XIX. Levantado para salvar el arroyo Bailón, su disposición en curva lo convirtió en su momento fue una destacada obra de ingeniería.

En esta parte el camino nos muestra varias trincheras ferroviarias del XIX, una zona de descanso y una fuente donde saciar la sed, antes de encontrarnos con la carretera que nos conduce a Luque. Situada en lo alto de la sierra, esta localidad ha sido desde hace siglos tierra de fronteras. De hecho, Luque cuenta con un museo dedicado a explicar el papel de este emplazamiento en distintos momentos históricos. Pero en el perfil de este pueblo destaca, sobre todo, su espléndido castillo, de época omeya.

Continuamos el camino en dirección a Baena, el final de este tramo. En esta localidad, que da nombre a la Denominación de Origen de producción oleícola, descubriremos un rico patrimonio cultural. Baena, que durante la Reconquista fue clave en la defensa del reino de Córdoba de los ataques nazaríes, tiene un hermoso casco antiguo y su Museo de la Tercia custodia tesoros íberos y romanos.