La Rembrandt, fallecido hace 350 años, fue el «primer hereje de arte» porque optó por «rebelarse y renunciar» a la belleza femenina en sus cuadros, contradiciendo las normas de la época, explica Jonathan Bikker, que publica una nueva biografía del artista. A lo largo de su vida, Rembrandt fue acusado de «romper las reglas del arte» porque en lugar de elegir «a mujeres jóvenes y bellas, optaba por dibujar gente vieja y desgastada» y sus compañeros le criticaban porque no idealizaba a sus musas: pintaba las arrugas y la celulitis de la mujer, narra el también conservador del Rijksmuseum de Amsterdam. El maestro barroco consideraba que «no son tanto las modelos, sino los artistas, quienes hacen el arte» y para él, «la celulitis era el perfecto terreno de juego de luces y sombras». La Biografía de un rebelde, como se titula el libro, no es solo un relato sobre la vida del artista, sino también un repaso a su arte y a cómo se desarrolló su carrera con el tiempo, por lo que no solo habla de los cuadros y los dibujos, sino también de los bocetos y sus experimentaciones. Era una persona «ambiciosa» y eso fue lo que le llevó a salirse de la normalidad porque «quería ser el mejor artista de la historia del arte y del mundo, y para lograr eso, no se puede ser un simple seguidor de otros o hacer lo mismo que hacen los demás». Estaba constantemente «innovando y experimentando» y hacía precisamente lo que no veía en los cuadros de sus compañeros de profesión.

Rembrandt nació y vivió durante 25 años en la Leiden del siglo XVII, hoy una ciudad mágica que acoge a miles de universitarios procedentes de todo el mundo. De sus muchos hermanos, entre ellos un panadero y un zapatero, él optó por el oficio de retratista, una profesión que en ese entonces se incluía en el mismo gremio que los pintores de las casas. A principios del 1632 firmó su primer cuadro como Rembrandt, sin apellidos, y lo hizo siguiendo el ejemplo de los artistas italianos de la época como Rafael Sanzio y Michelangelo y Tiziano. Murió pobre en 1669. Su obra comprende unos 340 cuadros, más de 300 grabados y 2.000 dibujos, algunos de ellos autorretratos que cubren toda la vida artística de Rembrandt.