Una «pregunta trampa» típica en exámenes de Astronomía es ¿cuál es la estrella más cercana a la Tierra? La respuesta no es la misma a la pregunta ¿Cuál es la estrella más cercana al Sol? El Sol es una estrella, siendo así la estrella más cercana a la Tierra. Pero la Estrella más cercana al Sol (o al Sistema Solar) es la diminuta enana roja Próxima Centauri.

Este débil lucero, sólo visible con buenos telescopios en los cielos del Hemisferio Sur, está a sólo 4 años luz de nuestro sistema planetario. Próxima Centauri saltó a la fama el año pasado tras descubrirse un planeta de tipo terrestre, Próxima b, a su alrededor. Así, este cuerpo es el planeta más cercano al Sistema Solar.

Pero aún estamos sólo comenzando a descubrir los misterios de Próxima Centauri. La semana pasada se hizo público el descubrimiento de nubes de polvo frío que rodean a la estrella, formando una especie de «anillo de polvo» a su alrededor. Este hallazgo es de capital importancia, porque supone el primer indicio de la presencia de un complejo sistema planetario (formado por más de un único planeta) alrededor de la estrella más cercana a nuestro Sol.

La investigación ha sido liderada por el astrofísico Guillem Anglada del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), quien ha coordinado un numeroso grupo internacional de astrónomos (muchos también del IAA-CSIC) y se basa en observaciones usando el complejo de antenas ALMA (Atacama Large Millimetric Array), uno de los observatorios astronómicos más sofisticados del mundo, localizado a 5 km de altura sobre el nivel del mar en el desierto de Atacama (Chile).

Los anillos de polvo son los restos del material que no se incorporó a cuerpos de mayor tamaño, como pueden ser los planetas. Las partículas de roca y hielo en estos cinturones varían en tamaño: desde el más diminuto grano de polvo, más pequeño que un milímetro, hasta cuerpos tipo asteroide con muchos kilómetros de diámetro. El polvo parece encontrarse en un cinturón que se extiende a unos pocos cientos de millones de kilómetros de Próxima Centauri y tiene una masa total de, aproximadamente, una centésima parte de la masa de la Tierra. Se estima que este cinturón tiene una temperatura de unos -230 grados centígrados, la misma que la del Cinturón de Kuiper (donde se haya Plutón) en el Sistema Solar exterior.

Además, el «anillo» se observa con morfología elíptica y no circular, lo que sirve para estimar la inclinación del plano donde se mueven los planetas y el polvo alrededor de Próxima Centauri. Este parámetro es clave a la hora de determinar la masa de Próxima b (de la que sólo se tiene un límite inferior) o cualquier otro planeta aún por descubrir.

El sistema planetario de Próxima Centauri también es especialmente interesante porque hay planes para una futura exploración directa del sistema con microsondas conectadas a velas impulsadas por láser (el Proyecto Starshot). Conocer el entorno polvoriento que rodea a la estrella es esencial para la planificación de este tipo de misión.