La intensidad de la iluminación de una habitación puede afectar a la percepción del sabor de los alimentos por parte de las personas, según demuestra un estudio realizado para analizar la influencia de elementos externos en la experiencia gastronómica de los restaurantes.

Investigadores de la Universidad de Málaga (UMA), en colaboración con otros de las de Zaragoza y Salamanca, han alcanzado esta conclusión tras el ensayo, en el que también se valoró mobiliario, música o color de paredes como elementos externos a la alimentación, ha informado la institución docente malagueña. «Todos los sentidos están interrelacionados», declaró Rafael Guzmán, del departamento de Expresión Gráfica, Diseño y Proyectos de la Escuela de Ingenierías Industriales de la UMA, quien ha destacado que dado que «si escuchamos sonidos agudos la comida nos parece más dulce, ¿por qué no iba a pasar lo mismo con la luz?». La experiencia se dividió en dos fases, la primera consistió en que los participantes en el experimento probaron 15 gramos de yogur en una cabina con un nivel inicial de iluminancia. Tras salir unos minutos del habitáculo, los voluntarios volvían a entrar de nuevo y probar la misma cantidad del mismo yogur, pero con un nivel de iluminancia más alto. El 78 por ciento de los encuestados percibieron un sabor más dulce en la segunda fase del proceso, con una iluminancia más alta, a pesar que era el mismo yogur.H