William Bohórquez tiene la visión analista de los periodistas: «En Colombia, desde hace algunos años se hablaba de crisis en sectores específicos: salud, educación, producción agroindustrial, empleo, producción científica e innovación, seguridad... Hoy, cuando ya las cifras más generales demuestran que no vamos por buen camino, un sector importante de la sociedad empieza a movilizarse para que la situación no empeore; en Colombia todo lo malo puede empeorar. Un ejemplo de eso es el coeficiente GINI, que es un medidor internacional que evalúa la desigualdad en los territorios. Nosotros estamos dentro del top 5 de los países más desiguales. Algo que no necesita mayores palabras para anunciar lo desastroso que eso significa. En las marchas del 21 de noviembre se hablaba de algo que aún no era un hecho cierto, que son las famosas reformas de Duque, las cuales decían que eran producto de la imaginación de los manifestantes, y que ahora ya están en trámite en el congreso están a punto de ser una realidad. Esas reformas son en su mayoría impuestas por la OCDE, FMI y favorecen a un escogido pequeño grupo de banqueros, mientras que desmejoran la condición de vida de muchos colombianos. Por eso las manifestaciones, para repensar la reforma pensional, laboral, tributaria y para que no se ejecute, como en efecto se hizo, el holding financiero, que lo que busca es privatizar por la puerta de atrás.»