El pasado miércoles, día 5, a las 6 de la tarde, quedó inaugurado el Belén de la Cruz Roja. Ya sabemos que, referido a la Navidad, Belén es sinónimo de Nacimiento, interesante pretexto para esta ubicación, ya que tantos cordobeses han nacido y nacen allí. Su propietario, Javier Salcedo Espinosa, profundamente ligado profesional y personalmente a este hospital, lo ha cedido para su contemplación en un espacio tan visitado. El año pasado estuvo en la extremeña ciudad de Zafra, patria chica de su esposa, Carmen, y el anterior, en Viana. Se trata de un belén de estilo napolitano del que Javier Salcedo es autor y artífice: diseñador escenográfico, decorador de interiores y exteriores, figurinista, iluminador y cuántas especialidades requiere la preciosa puesta en escena, que incluye una excelente reproducción del propio edificio donde del Hospital Cruz Roja.

LA ESCENA

Como todos los nacimientos o belenes españoles, además del imprescindible tema central, compuesto por San José, la Virgen y el Niño, cuenta con la ambientación callejera, con la celebrada y espectacular llegada de los magos de oriente y, con las escenas de mercado, a las que somos tan adictos en esta página gastronómica. Y también se repiten en los puestos del mercado las tiernas anacronías que hacen convivir alimentos del año 1 de nuestra era --miel, queso, uvas, dátiles, Almendras, pistachos-- con otros que se incorporaron tras el descubrimiento de América, como ocurre con las patatas, los pimientos y los tomates; junto a las ristras de ajos o las cestas llenas de huevos, usados en la alimentación humana desde los principios de la historia, que figuraba en numerosos platos judíos y romanos, colgando de una barra --ya sabemos que las leyes judías prohíben el cerdo-- jamones, chorizos y embutidos de todo tipo; y al lado de ese puesto, uno repleto de ánforas, que probablemente contienen vino o custodian el gárum, que tanto entusiasmaba a los romanos, aficionados a las salsas de fuerte sabor.

Dicen que la Navidad es una fiesta para niños, y con ojos de niños debemos mirar el Nacimiento, su indiscriminada combinación de alimentos, su exposición y la abundancia de ellos. Una muestra gastronómica que es reflejo de las que organizamos en nuestra propia casa cuando las preparamos para celebrar que nos reunimos con familiares y amigos, renovando lazos de afecto y haciendo renacer en nosotros sentimientos de solidaridad, paz y amor. Los mismos que desde aquí deseamos compartir con ustedes.