Villafranca dio ayer el pistoletazo de salida a las fiestas de San Isidro con la verbena de convivencia de los hermanos. El parque de Las Cespedillas congregó a cientos de vecinos y visitantes para disfrutar de la ya tradicional Gran marranada’, en la que los asistentes abrieron el apetito con más de 300 raciones de cerdo asado a fuego lento desde las 9 de la mañana. Según explicó a este periódico Francisco Cuestas, uno de los artífices del acto y que sigue la estela de su padre, Paquito Cuestas, fallecido hace 9 años, «son unos momentos muy emotivos». Así, Pepe Simón y Andrés Zamorano le acompañaron en esta tarea, en la que los cocineros impregnan la carne de una salsa especial. El asado continuaba por la noche mientras se celebraban las actuaciones y los desfiles de trajes de gitana. A medianoche comenzó el reparto de platos, junto a la animada carpa de la hermandad de San Isidro, concluyendo con la elección de la Miss Romería. R.C.A.