Los donantes nuevos de sangre y de médula, que se acercaron por el Centro de Transfusión de Córdoba o a algunas de las colectas organizadas por el centro, crecieron durante el pasado año un 4,4%. La delegada de Salud, María Ángeles Luna, apuntó ayer que esto fue posible gracias a las campañas para donar sangre, desarrolladas en los centros universitarios, a los maratones celebrados en la Diputación y en el oratorio San Felipe Neri, además de actos especiales organizados junto a centros educativos y hermandades de Semana Santa. María Ángeles Luna presentó estos datos junto a la directora asistencial del centro, Gema Fornés, y al responsable técnico del banco de tejidos, Rafael Villalba. Luna insistió en la «necesidad de donar porque la sangre es un producto indispensable, que a pesar de los enormes avances tecnológicos, no se puede fabricar y solo se puede conseguir mediante la donación. Por tanto, constituye un acto generoso de la ciudadanía que debemos seguir fomentando». En cuanto a la actividad relacionada con el tejido óseo, la delegada de Salud destacó el incremento experimentado en el proceso y consumo de hueso, «que desde el año pasado se realiza íntegramente en el Centro de Transfusión y que ha supuesto pasar de un uso de 150 o 200 piezas a unas 700 piezas al año». Por otro lado, María Ángeles Luna recordó que este centro funciona a su vez como banco de piel de Andalucía, de forma que durante el 2017 se procesaron en sus instalaciones cien mil centímetros cuadrados de piel, lo que supuso un incremento exponencial que multiplica por diez la utilización de piel por parte de los centros hospitalarios andaluces.