FICHA

Se trata de una ampliación de la alzacaba omeya y zona fortificada correspondiente a la época almohade, que se remonta al siglo XII.

La visita

Los restos del Castillo de la Judería se pueden contemplar desde las calles aledañas de la barriada cordobesa.

Horario

Sin horario.

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En San Basilio, en el barrio del Alcázar Viejo, se encuentran los restos de una de las fortalezas de Córdoba más desconocidas por los visitantes, quizá porque no son muchos los vestigios que han llegado hasta nuestros días. Se trata del llamado Castillo de La Judería, ubicado junto a la calle Martín de Roa, en la que permanecen los restos de lienzo de la muralla pretendientes a una fortificación almohade levantada en el siglo XII.

En aquella etapa de inestabilidad política y gubernamental, los almohades logran hacerse con el poder de Córdoba en 1148 y comienzan a fortificar distintas zonas de la ciudad, entre ellas el antiguo alcázar omeya. El profesor de la UCO Alberto León Muñoz, en su investigación titulada Las fortificaciones de la Córdoba Almohade y recogida en la obra Fortificaciones y territorio en la Península Ibérica y el Magreb, señala que «durante este periodo se lleva a cabo en Córdoba un amplio programa de transformaciones topográficas y urbanísticas, entre las que destacan las reparaciones, ampliaciones e innovaciones en sus recintos defensivos. En este sentido destaca el nuevo proyecto arquitectónico documentado en todo el sector suroccidental de la antigua medina que afecta, en primer lugar, al propio conjunto palatino».

Asimismo se construyen los recintos amurallados del llamado Castillo Viejo de la Judería, que se convertirían en una frontera con este mismo barrio y en una ampliación de la alcazaba de época omeya.

No obstante, subraya León, existen distintas teorías sobre la fecha de construcción de este recinto, que van desde la etapa almorávide, a la bajomedieval cristiana, pasando por las interpretaciones más recientes, que «lo consideran como una construcción almohade».

De las estructuras que se conservan «el elemento arquitectónico más singular y sobresaliente es la puerta de ingreso en recodo, conocida actualmente como Torre de Belén», recuperada junto a las murallas a principios del siglo XXI.

En esta fortaleza cordobesa, fronteriza con la Judería, se refugiaron los judíos de las persecuciones cristianas en el siglo XIV. FRANCISCO GONZÁLEZ

Esta fortificación es también conocida por haberse convertido en el siglo XV en el refugio de la población conversa a raíz de los incidentes de la Cruz del Rastro.

Los judíos sufrieron distintas persecuciones tanto en Córdoba como en el resto de la Península Ibérica y en Europa. El primer gran pogromo cordobés se produjo en 1391 y acabó con la vida de muchos de ellos. Los que quedaron vivos tuvieron que convertirse al catolicismo.

Un siglo más tarde, como relata la profesora de Historia de la UCO Margarita Cabrera, se produjeron los sucesos de la Cruz del Rastro, que acabó con la expulsión definitiva de los llamados cristianos nuevos de Córdoba. En marzo de 1473, según Ramírez de Arellano, los cristianos viejos cargaron contra los conversos y se produjeron numerosos saqueos y asesinatos. Los descendientes de los judíos se refugiaron en el Alcázar Viejo, probablemente en el Castillo de la Judería. A partir de entonces la gran mayoría de ellos abandonarían definitivamente la ciudad.

RECOMENDACIONES

CABALLERIZAS REALES

Junto al Castillo de la Judería se encuentran las Caballerizas Reales de Córdoba, el lugar que mandó construir Felipe II en 1570 y donde se creó el Caballo Andaluz, el Pura Raza Español, por orden de un monarca que sentía debilidad por estos animales. En este edificio, Declarado Partrimonio Nacional, se puede asistir desde hace años a diversos espectáculos ecuestres.

LOS PATIOS DE SAN BASILIO

El Alcázar Viejo es sin duda unos de los barrios de Córdoba más íntimamente unidos a la Fiesta de los Patios, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2012. En el número 44 de la calle San Basilio se encuentra la sede de la Asociación Amigos de los Patios Cordobeses, abierto al público durante todo el año y donde se realizan distintos talleres de artesanía.

VARIEDAD GASTRONÓMICA

En San Basilio y en su entono abundan las tabernas y mesones, establecimientos que ofrecen a propios y visitantes lo mejor de la cocina tradicional cordobesa. Junto a ello conviven diversos restaurantes que en los últimos años han decido apostar por la innovación gastronómica. Este barrio es un lugar perfecto para degustar los sabores de ayer y de hoy.