FICHA

Alcazaba de origen califal que fue construida durante el siglo X.

La visita

Fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en el año 1963 y Bien de Interés Cultural en 1982.

Horario

De lunes a domingos, de 9.30 a 13.30 horas.

De jueves a sábados, de 18.00 a 20.00 horas.

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Córdoba se convierte en la ciudad más poderosa del mundo a partir del siglo X, cuando Abderramán III, hasta entonces emir de la dinastía omeya, proclama el califato y se convierte en la máxima autoridad política y religiosa de Al-Ándalus.

Para defender el acceso a la capital el primer califa ordena la construcción de una fortaleza en una colina situada a varios kilómetros al este de Córdoba a la que llamaron Bury al-Hans. De ahí proviene el nombre actual de la ciudad: Bujalance.

No es casualidad que el califa ordenara levantar la alcazaba en este lugar. Y es que Bujalance se encontraba desde época romana en un cruce de caminos, cerca de la Vía Agusta, que atravesaba la Península desde Cádiz a los Pirineos, y de la vía que comunicaba a Corduva con las ciudades de Obulco (Porcuna) y Cástulo (Linares), uno de los caminos hacia la meseta. Un lugar perfecto para la defensa de la ciudad.

El geógrafo al-Muqqadasi (siglo X) lo cita como «Buryana» y «como un castillo de sillares con arrabal que le rodea», según el boletín de la Real Academia de Córdoba de enero de 1991 que recoge una cita del orientalista Michael Jan Goeje de 1906.

La alcazaba fue construida en 935, según varios historiadores, aunque experimentó varias reformas tras las conquista cristiana. El recinto, como se extrae de la obra El Castillo de Bujalance de Rafael Castejón, es rectangular (de 59 metros de sur a norte, por 51 metros de levante a poniente) y sus muros se reforzaron con siete torres.

Se conserva con su almenado la torre llamada de las Palomas; la de La Mazmorra, en el lienzo de muralla de poniente, con dos pisos y escalera que da acceso desde el patio al adarve de la muralla y la torre del Homenaje.

Serían las siete torres originales las que precisamente dieron lugar al escudo de la ciudad, según la información facilitada por la Concejalía de Cultura y Patrimonio Histórico de Bujalance.

La antigua fortaleza es propiedad del Ayuntamiento de Bujalance desde finales de los 60 y hoy es utilizado como centro cultural. FRANCISCO GONZÁLEZ

Tras la conquista cristiana el castillo experimentó diversas modificaciones. En el Archivo Municipal de Córdoba se conservan dos reales provisiones de la reina Juana I de Castilla tras conocer que en el castillo de Bujalance se habían realizado reformas. La primera data de 28 de febrero de 1512, en la que manda al corregidor de Córdoba para que «dé información sobre las partes de los edificios que había hecho Martín de Córdoba en la fortaleza de Bujalance».

En la segunda, fechada a finales de septiembre del mismo año, la reina ordena que se abonen los gastos de las reformas realizadas en la fortaleza.

En la plaza de armas, situado hoy a un nivel distintos del original, hay un aljibe de época califal. Cuenta con «pequeñas cúpulas de media naranja construidas en ladrillo que rematan el espacio cuadrangular del aljibe de Bujalance y que arrancan desde el nivel del suelo», como explican los historiadores Ricardo Córdoba y Faustino Rider en su estudio Aljibes hispano-musulmanes en la provincia de Córdoba. Se trata, señalan los autores, «de una construcción excepcional no sólo por sus dimensiones sino por sus propias características constructivas».

Desde el 24 de noviembre de 1967 es propiedad del Ayuntamiento de la Ciudad de Bujalance. La explanada interior del Castillo fue plaza de toros y actualmente de utiliza como un espacio cultural y se encuentra en un proceso de restauración.

RECOMENDACIONES

MUSEO EL HOMBRE Y SU MEDIO

Situado en el centro de interpretación del castillo alcazaba, El Hombre y su Medio ofrece un recorrido por la historia de Bujalance a través de piezas arqueológicas, fósiles, fotografías o piezas de valor histórico. Buena parte del material que se muestra ha sido donado por los vecinos de esta localidad para dar a conocer a propios y visitantes la historia de esta tierra. Estas piezas evidencian que Bujalance y su entorno han sido y lugar de asentamiento de distintas civilizaciones y culturas desde la Prehistoria.

IGLESIA DE STA MARÍA DE LA ASUNCIÓN

Este templo, conocido como la Catedral de la Campiña cordobesa, está ubicado en el corazón del centro histórico de Bujalance. De estilo gótico- renacentista, la parte más antigua de la iglesia data del siglo XVI, aunque se cree que se levantó sobre un antiguo templo que, a su vez, se construyó sobre una mezquita tras la conquista cristiana. La arquitectura tiene la factura de Hernán Ruiz y Hernán Ruiz II. Como elemento sobresalientes destacan su retablo mayor, un retablo y camarín hexagonal y una custodia rococó.

LAS EXCELENCIAS DEL AOVE

Bujalance está rodeada de un mar de olivos y el aceite de oliva virgen extra que se extrae de sus campos son el principal ingrediente de la rica y variada gastronomía de esta localidad de la campiña cordobesa.

Entre sus platos más significativos, que se pueden encontrar fácilmente en los restaurantes y tabernas de la localidad, destacan los flamenquines, los cholondros (lomo de cerdo con salsa de almendras) o sus conocidas patatas rellenas de carne picada, una de sus propuestas culinarias más conocidas.