Sujetando la torre de Pisa, metiendo los pies en la arena de una playa, mirando las nubes desde la ventana del avión, mostrando el cartel de tu destino en una estación, de espaldas mientras observas el mar al borde de un acantilado... Si estás harto de las típicas fotos de vacaciones, lo mejor es que te des una vuelta por Instagram y visites los perfiles de algunos usuarios que han llevado a otra dimensión eso de presumir de viajes.

Quizá el más conocido sea el productor de cine y fotógrafo ruso Murad Osmann, que dispara la cámara del móvil mientras la mano de su novia lo guía «hasta el fin del mundo». Literalmente, pues en las imágenes solo se ve a su pareja, la modelo y periodista Natalia Zakharova, de espaldas y tirando de él en escenarios icónicos. Su trabajo es de tanta calidad, que cuesta creer que no se trate de un encargo para una publicación o de una campaña de publicidad. Pero nada más lejos de la realidad, pues todo empezó de forma casual... en Barcelona.

«Nos encontrábamos de vacaciones y Natalia estaba molesta porque siempre estaba haciendo fotos, así que cogió mi mano y tiró de mí para que siguiera caminando. Me pareció un encuadre bonito, y saqué la primera imagen», explica el autor. El resultado les gustó tanto que iniciaron el proyecto #FollowMeTo.

También ofrece una perspectiva única de paisajes y monumentos el fotógrafo británico Rich McCor, conocido como @Paperboyo. Con tijeras, cartulina negra y destreza es capaz de convertir la torre Eiffel en una mariposa, los moáis de la isla de Pascua en jugadores de futbolín y la noria del Milenio de Londres en la rueda de una bici.

Tan viajeros como ellos es el protagonista de la cuenta @thelegoback-packer. Sí, es un muñeco de Lego, pero eso no le ha impedido visitar, mochila a la esplada, Moscú, Nueva York, Dubái, Berlín, Laponia… Quizá en alguno de esos destinos se ha topado con Eric, el soldado imperial de plástico del que nunca se separa el fotógrafo y diseñador sudafricano Darryll Jones (@darrylljones). Ambos han acudido juntos al Download Festival, han disfrutado de un partido de rugbi en Ciudad del Cabo, han recorrido la campiña escocesa con el típico kilt y han vivido decenas de situaciones curiosas que cuentan en www.haveyouseeneric.com.

A veces de lo que más disfrutan estos originales viajeros no son de los monumentos, sino de la comida típica. Un buen ejemplo es la joven indonesia Melissa Hai, que no solo visita lugares, también los saborea, y comparte su dieta en #girleatworld: una paratha en la India, sushi en Japón, un helado ante el Duomo de Milán, unas patatas fritas en Bélgica, unas empanadillas en Mallorca… Aunque el filósofo y economista indonesio Junanto Herdiawan (@junantoherdiawan) no los necesita, pues se ha fotografiando levitando en el desierto de Abu Dabi y en Stonehenge.