El Plan de Movilidad Nacional e Internacional aprobado por la Universidad de Córdoba para este curso, y dirigido a todos los miembros de la comunidad universitaria, incluye la publicación de dos convocatorias de ayudas para movilidad con fines de docencia a países del programa Erasmus y otras dos a países asociados, sumando un total 130 becas. Carlos Carmelo Pérez Marín, profesor del Departamento de Medicina y Cirugía Animal, ha participado en varias ocasiones en esta actividad del programa que permite a personal docente de Instituciones de Educación Superior impartir clases en una universidad socia en el extranjero en cualquier área de conocimiento.

-¿Qué universidades ha visitado con el Programa Erasmus?

-He visitado instituciones universitarias en Hannover (Alemania), Wroclaw (Polonia), Dublín y Lisboa. Hace pocos años Erasmus+ abrió la posibilidad de que participaran también universidades de todo el mundo y, en la segunda convocatoria de la UCO para destinos fuera de Europa, solicité una plaza para la Universidad Estatal Agraria de Moscú y, en el siguiente curso, para la Universidad Estatal Agraria y Económica de Dnipro, en Ucrania.

-¿Qué diferencias encuentra entre unos y otros destinos?

-En los destinos europeos encontramos muchas similitudes en cuanto instalaciones, equipamientos, métodos de enseñanza o contenido de las asignaturas, lo cual hace sentir al profesor visitante cómodo incluso cuando tiene que impartir clases en otro idioma. Fuera de Europa cambia considerablemente el entorno al que está habituado el profesor europeo, convirtiéndose en un reto tanto la docencia como la comunicación con personal y alumnado de la universidad de acogida. Por otro lado, después de tres décadas de Erasmus, la visita de profesorado de otros países europeos resulta algo habitual en nuestras universidades, en tanto que para las instituciones asociadas recién llegadas al Programa es sumamente novedoso, lo que se traduce en una mejor acogida, y casi expectación ante lo que el profesor visitante puede aportar.

-¿Qué beneficios encuentra al participar en este programa?

-Una estancia de docencia en el extranjero resulta edificante a nivel personal y profesional. Se ponen en práctica habilidades sociales, lingüísticas, culturales y profesionales. Permite establecer nuevas relaciones, o afianzar las ya existentes, con personal académico e investigador de otras universidades, generando nuevas posibilidades de colaboración. Quizás consigue también elevar el grado de empatía tanto con el alumnado de intercambio que estudia en la UCO, como con el propio que ha vivido una experiencia internacional.

-¿Tiene previsto continuar solicitando becas de movilidad para docencia?

-Por supuesto. Es cierto que las convocatorias suelen conceder prioridad al profesorado que no ha participado en los últimos cursos, y eso quizás nos disuade de presentar solicitud en años consecutivos. Pero creo que no resulta inútil intentarlo, pues por lo general hay plazas suficientes para casi todos los solicitantes. Para el profesorado es interesante incorporar al curriculum.