La profesora jubilada de la UCO Anna Freixas ha sido investida Doctora Honoris Causa por la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla (Colombia) por su colaboración con la Red HILA (Red Iberoamericana en Ciencias Sociales con Enfoque de Género) en cuanto al estudio de la mujer mayor y su papel en la sociedad en Colombia e Hispanoamérica.

-¿Qué supone para usted tal distinción?

-Ha sido una enorme sorpresa y desde luego un honor extraordinario. Me siento muy agradecida y contenta por mí, por mi Universidad y también por todas las mujeres que año tras año hemos estado investigando sobre temas que han tenido históricamente poco reconocimiento, como son los llamados estudios de las mujeres y en este caso, además, centrados en la gerontología crítica feminista. Ha supuesto un reconocimiento a muchos años de trabajo silencioso que nunca pensé que podría producirse. Me alegra especialmente por ser una universidad de Latinoamérica, con una realidad social muy diferente a la nuestra y, sin embargo, parece que en estos temas utilizamos un lenguaje universal.

-El reconocimiento de la Unisimón viene de la mano de su colaboración con la Red HILA.

-La red HILA es una red internacional en la que participan numerosas instituciones y universidades, especialmente de Latinoamérica. Quiero destacar que la Universidad de Córdoba, a partir de este Doctorado Honoris Causa, ha suscrito un acuerdo marco de cooperación en el estudio de desarrollo regional. Mi participación se ha centrado en temas relacionados con los procesos de envejecimiento de las mujeres abarcando diversos ámbitos todos ellos de enorme interés, entre otras cosas por la diferente realidad social que supone envejecer en nuestra sociedad o en Latinoamérica.

-Usted es una reconocida autoridad en cuestiones de género y envejecimiento femenino. ¿Envejecemos bien las mujeres del siglo XXI? ¿Mejor que nuestras predecesoras?

-Las mujeres mayores del siglo XXI disponemos de numerosos recursos de los que han carecido las ancianas del siglo XX (al menos la mayor parte de ellas). En el siglo XX se produjeron unos enormes cambios sociales que han permitido a las mujeres el acceso a la educación y con ello su incorporación al mercado de trabajo y la presencia en todos los ámbitos de poder y visibilidad social. Y lo más importante, las mujeres de siglo XXI somos beneficiarias de los enormes logros del feminismo especialmente en relación con el control del cuerpo y la sexualidad. Todo ello nos ha permitido ir siendo agentes de nuestra vida y no un apéndice amable de los hombres.

-Como impulsora de la Cátedra de Estudios sobre las Mujeres, ¿Qué cuestiones considera que no se están abordando bien para conseguir una igualdad real y efectiva entre géneros?

-Ladran, luego cabalgamos.