-¿Por qué decidió presentarse a decano del centro?

-Fundamentalmente porque tenía una experiencia previa en tema de gestión. Había sido anteriormente coordinador de Humanidades, y a partir del 2009 y hasta este año he sido vicedecano de Coordinación Docente, Investigación y Prácticas en el equipo de mi antecesor. La experiencia que tenía de haber desarrollado en esa actividad es lo que más me animó a dar el salto, además del hecho de que desde el 2007 soy catedrático, teniendo un poco más de disponibilidad, desde el punto de vista académico, para atender los asuntos de los compañeros y para devolverle a la facultad lo que ha sido mi trayectoria.

-¿Qué necesidades cree que tiene la facultad?

-La universidad es una lucha continua por la mejora de la calidad en todos los temas. No hay ningún tema que no tenga este margen de mejora para aumentar la calidad. Hay una serie de cuestiones, que ya se venían desarrollando, de las que habrá una continuidad y también la puesta en marcha de nuevos proyectos, de los cuales a me preocupan fundamentalmente la oferta formativa. En un centro de enseñanza hay que atender a muchos temas, como la infraestructura y espacios o la proyección social de la facultad, pero, para mí, el tema primordial debe ser el de la mejora de la oferta formativa, de la diversidad de esta, de que sea completa y hasta qué punto puede ser de calidad. Para el próximo curso, además de la oferta que ya tenemos que es muy diversa, tenemos dos nuevos títulos, uno de ellos es el grado de Cine y Cultura, y el otro es un master en Español. A partir de ahí, intentaremos consolidar la oferta formativa de la facultad. Por ejemplo, la enseñanza online tiene muy buena potencialidad para poder ofertar una formación virtual, que hasta ahora no hemos tenido y que sin embargo creo que la facultad está completamente capacitada para ello.

-Y en cuanto a esta nueva oferta formativa, ¿qué expectativas tiene de ellas?

-El grado de Cine y Cultura es un grado totalmente innovador, que además supone una oferta única, no solo a nivel andaluz si no también nacional, ya que los estudios de cinematografía suelen ir en el ámbito de la comunicación. Sin embargo, el grado que ofertamos es desde el ámbito humanístico. Su objetivo es combinar una formación específica en temas culturales y otra misma en cine. Un título que sea atractivo y suponga una formación cultural y permita ciertas salidas, más allá de la docencia o la investigación.

-Como decano, ¿qué análisis haría del personal y alumnado del centro?

-Desde el 2009, se ha reducido el número de funcionarios en plantilla y lo que ha aumentado es el número de profesores contratados. Números que antes estaban más alejados y ahora más equilibrados. Del mismo modo, el número de estudiantes ha crecido debido al ‘tirón’ que tienen algunos de nuestros grados, incluso en estudios tradicionales. El número de plazas que ofertamos siempre se ve superado por el número de demanda. Algo que es perjudicial para el que lo solicita y no entra, pero nos beneficia ya que aumenta la nota media de ingreso. Algo que ha ocurrido en todos los dobles grados que hemos puesto en marcha en los últimos años. Gracias a ello, el número de estudiantes llega a 1.900. Somos el primer centro receptor de alumnos Erasmus y el segundo emisor de estudiantes que salen a otra universidad europea. Este movimiento de alumnos es muy beneficioso para la facultad, aunque está empezando a causar muchos problemas en el tema del espacio. La capacidad de crecimiento tiene mucha relación con la capacidad física del centro. Probablemente, para que la facultad desarrolle toda la potencialidad que posee, en los próximos años necesitaremos plantearnos nuevos espacios.

-¿Qué objetivo le gustaría cumplir en su mandato?

-El objetivo fundamental es el aumento de la calidad de todos los sectores. Si tengo que destacar alguno, me decantaría por que haya un aumento de calidad de la oferta formativa.