Tres investigadoras de la Universidad de Córdoba, Rosario Ortega, Carmen Viejo y la doctoranda Mercedes Gómez, son las autoras de un novedoso estudio sobre la adolescencia. La principal novedad de esta investigación recae en un nuevo instrumento de medición. «Se trata de un cuestionario para indagar y analizar los niveles de bienestar o felicidad que tienen los y las adolescentes. La novedad está en que es un instrumento válido y fiable para aproximarnos a aspectos como la autoaceptación, las relaciones interpersonales, la autonomía y capacidad para tomar decisiones, y el desarrollo vital, aspectos a veces poco evidentes de la vida personal de los chicos y chicas en estas edades», explica Ortega.

Este cuestionario se enmarca en la psicología positiva que es una perspectiva teórica que adopta una posición de análisis de los aspectos positivos de los hechos psicológicos, de las potencialidades de las personas. «Desde este marco vamos comprendiendo que, aunque siempre hay problemas y algunos chicos o chicas pasan por procesos de riesgo en distintos ámbitos, también es importante estudiar esos aspectos positivos, esas características y condiciones que nos permiten ser optimistas, sin que ello signifique negar la importancia del estudio de sus problemas o sus riesgos», apunta la investigadora.

SE SIENTEN BIEN/ Así, el estudio revela que los adolescentes, en líneas generales, no se sienten tan mal como la mayoría creemos. «En nuestra cultura se suele culpar mucho a adolescentes y jóvenes de hábitos, costumbres y actividades de las que sin duda son responsables, sin anotar que muchas veces, el clima familiar y escolar, los modos de actuar de docentes y en general adultos, lo que se espera de ellos, etc. también tiene una gran influencia. Analizar qué piensan, cómo se perciben y se valoran los propios adolescentes aporta una información menos sesgada por creencias generales de la sociedad y la cultura», dice Ortega.

Esta investigación también busca ofrecer a los docentes herramientas conceptuales y de intervención basadas en la competencia social y moral de los adolescentes, ya que «el bienestar psicológico es clave para asumir tareas diarias y el reto de la educación está lleno de tareas y desafíos. De hecho, dificultades interpersonales, problemas de violencia, de frustración social, etc. son en sí mismas hándicaps importantes para el estudio», apostilla Rosario Ortega.H