Isabel López García: «La ciencia es un diálogo continuo con la naturaleza»

-Cultura y tecnología… suena como algo opuesto o al menos distante ¿No?

-En principio podría entenderse así, sin embargo, las fronteras entre los conocimientos científicos y filosóficos han sido confusas e intercambiables a lo largo de la historia. Es a partir del siglo XVII cuando la ciencia moderna adquiere identidad propia para, a finales del XVIII, separase del resto de saberes que serán considerados como meramente filosóficos. Para la sociedad occidental actual la ciencia es considerada como el conocimiento por excelencia, y la tecnología nos sitúa en una posición de dominación respecto de la Naturaleza. Sin embargo, esta visión simplista olvida que la ciencia es un diálogo continuo con la naturaleza y que las cuestiones relativas al sentido y los dilemas éticos (atribuidos a la filosofía), son inherentes a la naturaleza de la realidad en la que nos manifestamos. Como afirma Yayo Herrero, somos seres radicalmente ecodependientes, y, por tanto, la colaboración con la Naturaleza es fundamental para el desarrollo de la tecnología. Es a través de esa naturaleza inspiradora donde el ser humano desarrolla su faceta cultural, espiritual y filosófica. No es casual que las personas que han sido calificadas como genios (Leonardo da Vinci o Hedy Lamarr, entre otras) desarrollaron por igual sus facetas cultural y tecnológica, teniendo siempre como referente la observación de la naturaleza.

-¿Con qué propósito nació el Aula Ingenia? ¿Cuáles son sus objetivos?

-El Aula Ingenia se gestó en 2014 inspirada en la figura de Nikola Tesla, que representa todo lo anteriormente mencionado, y su principal objetivo es ofrecer una visión humanista y holística de la ciencia y la tecnología.

-Una de las cuestiones que abordan es el papel de la mujer y la perspectiva de género en la ciencia y la cultura. ¿Cuáles son sus objetivos en este sentido?

-No es casual nuestro empeño en visibilizar el papel de las mujeres a lo largo de la historia ya que el Aula Ingenia nace en la Escuela Politécnica Superior de Córdoba, que representa un sector muy masculinizado. Si queremos abordar una visión holística de la tecnología, es evidente que necesitamos incluir los pensamientos de las mujeres en todos los ámbitos (empresarial, cultural, tecnológico) o la sociedad estará perdiéndose la mitad de las visiones que podría obtener del mundo. Es por ello que nuestro principal objetivo es que mas mujeres estudien carreras de ingeniería.

-¿Qué proyectos han desarrollado hasta el momento y cuáles tienen en marcha?

-Hemos llevado a cabo actividades de muy diversa índole: un concierto lírico sobre la figura de Lorca (Vientos del Sur), dos concursos de creación artística Ingenieras en la Historia (la exposición permanente puede visitarse en la misma Escuela Politécnica), la primera Editatona Andaluza con Patricia Horrillo y en colaboración con la Asociación Cultural y Tecnológica Ingenia XXI, un webinar y una ponencia en un congreso relacionados con la educación en colaboración con la Waldorf Córdoba International Schooly la Asociación Española de Estudios sobre la India, entre otras. Actualmente queremos continuar con el concurso de creación artística y los webinars, y nos gustaría, ahora que está saliendo nuevo material a la luz, continuar con nuestro trabajo sobre Nikola Tesla.

-Hace unos días celebraron una ‘webinar’ sobre la crisis de unión humana en tiempos post covid-19. ¿Antes del covid la unión humana no estaba en crisis?

-Si que lo estaba. En mi opinión, esta situación ha venido a ponernos frente a un problema que ya existía de manera evidente en nuestra especie. Hemos vivido creyendo en una ilusión de separación del otro, sin comprender aún que todos los seres humanos formamos parte de un todo indivisible. Estamos en proceso de elevar nuestro nivel de conciencia colectiva y puede que esta crisis sea, como dicen los taoístas, una oportunidad.

-El Aula Ingenia está vinculada a la Escuela Superior Politécnica de Córdoba. ¿Cuentan con la implicación del centro?

-Sí, hay gran implicación de la escuela. La verdad es que no tengo palabras para expresar la gratitud por hacer posible que existan todas estas maravillosas iniciativas. Sin la financiación de la Universidad de Córdoba, la ayuda del personal del Vicerrectorado de Cultura, Comunicación y Proyección Social y el apoyo de la Escuela Politécnica Superior de Córdoba, no existiría el Aula.