-En pleno período de exámenes, ¿qué balance haría del curso?

-Ha sido un año positivo, de consolidación de muchos de los proyectos que se habían comenzado, iniciándose muchos nuevos. También ha sido un año importante en cuanto a la aprobación de la modificación de los Estatutos, cuya tramitación está pendiente de la Junta de Andalucía y por la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del PAS, algo que nos pueden permitir avanzar en el futuro.

-Además de esos cambios en la ‘columna vertebral’ de la universidad, ha habido más modificaciones, como los cambios de decanos por la marcha de los anteriores.

-Se nota, pero no es algo que afecte al día a día de la institución. Los equipos de Filosofía y Letras, Medicina y Ciencias de la Educación se han renovado, pero ha habido una continuidad en la línea de trabajo, con lo cual no ha supuesto un cambio significativo, gracias a la relación estupenda del equipo de dirección con los equipos entrantes y salientes. En esa línea, mi agradecimiento a los que salieron y a los han entrado por seguir con la normalidad.

-Quizás, el cambio más significativo de este curso haya sido lo ocurrido con el Consejo de Estudiantes. El no haber CEU hasta octubre o ser el Vicerrectorado de Estudiantes el encargado de su gestión, ¿cómo se está notando?

-En realidad, ahora en época de exámenes no se nota mucho. Nosotros somos tremendamente respetuosos con la decisión de los consejos de estudiantes, al igual que de cualquier órgano colegiado. Lo único que intentamos es que haya un reglamento de convivencia que no se rompa. Los estudiantes hicieron los movimientos que tuvieron que hacer, se provocó un vacío, ya que no puede haber elecciones en período de exámenes por lo que se dejó para octubre. En ese momento, lo que se hace, a propuesta nuestra, es que haya diez interlocutores en vez de uno solo, teniendo relación directa con ellos con una total normalidad. Cabe destacar que el equipo saliente hizo muy buen trabajo, buscando soluciones y siempre desde la cordialidad.

-Algo que también está relacionado con los estudiantes son los nuevos dobles grados que se han cursado este año. ¿Se han cumplido las expectativas?

-Lo principal que ha supuesto es que los alumnos que han llegado a estos tienen una nota de acceso mayor. No estamos tanto buscando la cantidad del alumnado como la calidad de este. Alumnado con mejores capacidades, con una mayor nota de acceso y con una tasa de éxito también mayor.

-Para el curso que viene también tienen preparada una nueva oferta de estudios.

-Comenzaremos con el grado de Cine y Cultura, en el que tenemos mucha ilusión. Es un grado que viene de una demanda del profesorado y del propio sector. Estos han visto con muy buenos ojos la iniciativa. Es un grado en el que tuvimos muchas solicitudes de información y esperamos que ahora se convierta en una realidad. Es el único que hay en España, por lo que creemos que tendrá una buena acogida, aunque sabemos que el primer año es siempre de toma de contacto.

-A lo largo de este curso, decanos de varios centros de la UCO han resaltado en sus entrevistas concedidas a Uconiversitas el problema actual del espacio. A mayor oferta de titulaciones, más alumnos y menor espacio, ya que muchos centros están un tanto limitados al respecto. ¿Cómo va a gestionar esta problemática la Universidad de Córdoba?

-Actualmente, el centro de Filosofía y Letras no es el mayor problema en cuanto a espacio, aunque no es que esté como nos gustaría que estuviera. Más que de espacio, tenemos que incidir mucho en el tema del equipamiento de ese centro. Principalmente, nos preocupan la facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales y la facultad de Relaciones Laborales. Se va a iniciar en breve el proyecto de adecuación del solar que tenemos en el Vial, al que llamamos Vial 2, con el objeto de que sea un desahogo importante, sobre todo para Relaciones Laborales. Ya contamos con el espacio; la financiación la estamos buscando y estamos iniciando conversaciones con la Consejería de Hacienda. En cuanto a Derecho, tenemos proyectos en paralelo, uno sobre los terrenos propios de la facultad para ampliar el terreno y, por otro lado, unos solares en la zona de la Magdalena para adquirirlos y construir ahí. En el tema de los espacios dicen que las universidades andaluzas hemos llegado a nuestro máximo de expansión. Si queremos dar respuesta a todo lo que la sociedad nos está demandando necesitamos crecer en espacios y adecuar los que ya tenemos.

-¿Se han cumplido los objetivos que se tenían fijados para este año académico o se ha quedado algo pendiente?

-Lo que más siento es no haber puesto en marcha todavía, aunque queremos que esté pronto, el Centro de Cultura Experimental de la Corredera. Estamos teniendo problemas de tema administrativo. Tenemos muchas expectativas de proyección hacia la ciudad y dinamización de la zona. Hay otro tema que me preocupa también, que son los restos que tenemos en el Rectorado. Son unos restos que se están deteriorando y de los que ya hemos hablando con la Gerencia de Urbanismo. Queremos que se tomen medidas lo antes posible e insistimos en que se conserven y se pongan en valor.

-¿Qué nuevos planes tienen para el curso que viene?

-El año que viene será un año para el desarrollo de la RPT y, fundamentalmente en el plano académico, seguir avanzando para intentar poner el grado de Psicología. Pensamos que hay una gran demanda y es una obligación de la universidad dentro de su labor social. Hay que hacer un esfuerzo enorme por parte del centro y de los departamentos para reajustar su carga, además de financiación para el profesorado por nuestra parte. También, el año que viene, tenemos que planificar nuevos grados para cinco o seis años, para presentarlos a la Junta y que se aprueben en el Consejo Andaluz y es un tema que tendremos que empezar a abordar justo a la vuelta del verano.

-Cada año, la UCO se fija unas metas que conseguir, ¿cuál es la meta para próximo curso?

-La institución universitaria en su conjunto, y el equipo de dirección en particular, somos tremendamente ambiciosos. Queremos seguir creciendo. El incremento del número de alumnos no es una obsesión, pero sí queremos que vengan los mejores. Tenemos que ser atractivos para que ese buen alumno y proyectarnos mucho mejor, con la participación de toda la comunidad universitaria. Necesitamos que esta tenga un sentido de pertenencia a la universidad y que, cuando vayan a los sitios, lo primero que ponga sea la Universidad de Córdoba, que estemos orgullosos de pertenecer a ella y seamos capaces de vender esa idea.