María del Mar García Cabrera es licenciada en Filosofía y Letras y Ciencias de la Educación por la Universidad de Salamanca y doctora por la Universidad de Córdoba. Profesora del departamento de Educación de la UCO, el pasado mes de diciembre comenzó su mandato como nueva decana de la Facultad de Ciencias de a Educación de la Universidad de Córdoba.

-¿Cuáles fueron sus motivaciones para presentarse a decana?

-Principalmente, el compromiso con la institución. La gestión forma parte de nuestras funciones como docentes universitarios, por lo que debemos asumirla como servicio público de responsabilidad con el centro y con la sociedad. También ha contribuido el sentirme muy apoyada por los distintos sectores de la facultad, unido al hecho de encontrarme en un momento personal y profesional idóneo para hacerlo.

-¿Qué objetivos tiene?

-Alcanzar una mayor implicación de toda la comunidad educativa en la vida del centro, de tal forma que consigamos un contexto de trabajo que nos permita desarrollar al máximo nuestras potencialidades docentes e investigadoras y de conexión con el tejido educativo y social de la ciudad. Tenemos que seguir mejorando la calidad de titulaciones ya muy consolidadas en la facultad, los grados en Educación Infantil y Educación Primaria y afianzar el título de Educación Social, implantado recientemente.

-¿Qué balance haría del alumnado, el profesorado y el personal docente del centro?

-Nuestro centro acoge a un número muy alto de alumnos, más de 2.000 matriculados. Es un colectivo heterogéneo y en su gran mayoría muy vocacional. No obstante, tenemos que conseguir una mayor participación en la dinámica de la facultad. En cuanto al profesorado, nos encontramos con una situación muy parecida a muchos otros centros: la pérdida progresiva de personal funcionario debido a las numerosas jubilaciones; la existencia de profesorado contratado estable y un creciente colectivo de docentes en situación de inestabilidad laboral. Si hablamos del personal de administración y servicios, contamos con un personal muy cualificado, con amplia experiencia y con un alto grado de desempeño profesional pero que necesitaría más dotación en algunas áreas, dado el alto número de tareas administrativas que requiere un centro como este.

-¿Qué van a encontrar los alumnos en la nueva decana?

-Creo que el alumnado va a encontrar en mí una persona convencida del poder de la educación como medio de transformación social, preocupada por su formación y atenta a sus necesidades e intereses.

-¿Cómo es de importante la inclusión en el ámbito educativo y, sobre todo, en una facultad como la suya?

-La inclusión es un tema de gran relevancia para toda la sociedad. En nuestro centro coinciden estudiantes con necesidades pedagógicas, físicas, psicológicas o sociales muy diversas que requieren una atención individualizada y acorde a su inclusión. Nuestro centro, por su propia identidad, debe ser un referente social en este sentido. Formamos a futuros educadores. Ellos tienen la responsabilidad de convertir los principios de la inclusión en una realidad. Tiene que hacerse efectiva en las metodologías de enseñanza con propuestas de evaluación acordes a las capacidades y que garanticen la igualdad. Y, como facultad que forma para todo ello, tenemos que ser referente para nuestra universidad, apoyando a nuestro alumnado con discapacidad y liderando acciones de sensibilización.

-¿Cómo puede incentivarse esta inclusión dentro de la comunidad educativa?

-Por un lado, tenemos que garantizar el acceso al sistema educativo, no solo a la Educación Obligatoria, también la presencia en los niveles superiores de educación de todas las personas, sea cual sea su condición y discapacidad. Además, tenemos que hacer accesibles los espacios físicos, eliminando todo tipo de barreras arquitectónicas, así como los contenidos que impartimos, garantizando el acceso a los espacios virtuales, diseñando aprendizajes para todos y dispensando apoyos de carácter personal. No basta con buenas intenciones, no es cuestión de condescendencia, se trata de hacer reales los principios de igualdad.

-Pertenece al Aula de Mejora Educativa de la UCO, con la que se colabora con centros de Córdoba. ¿Es importante asentar unas buenas bases educativas antes de llegar a la universidad, es decir, desde el colegio?

-Desde mi punto de vista, todas las etapas educativas son fundamentales en la formación de la persona, desde Infantil a la universidad. En cada una de ellas se van desarrollando capacidades y se van adquiriendo competencias necesarias para desenvolvernos con éxito en la sociedad, ejerciendo una ciudadanía responsable. Todas las materias son necesarias para ello. Nuestra responsabilidad está en conseguir el mayor nivel de aprendizaje para todo nuestro alumnado en cualquier etapa o nivel educativo.

-¿Cómo le gustaría que recordaran su período como decana de la facultad?

-Me gustaría que mi gestión del centro se recordase como un periodo de dialogo, tranquilidad y esfuerzo continuo en la mejora de la formación de los educadores y educadoras.