Este curso se celebraban, por última vez, los exámenes de septiembre en la Universidad de Córdoba, una convocatoria que no desaparece sino que se traslada al mes de octubre. En principio, la medida parece inocua y sin embargo ha generado no poca polémica e incluso la protesta de los estudiantes, que el pasado junio realizaban una sentada pacífica ante las puertas del Rectorado para mostrar su rechazo a la modificación del calendario de exámenes.

La Universidad de Córdoba emitió entonces un comunicado en el que se explicaba que la nueva modalidad «supone más tiempo y, por tanto, opciones de superar las asignaturas de las que se examinan, que además ya no se limitan en número. Una buena programación del estudiantado en sus exámenes les dará mejores opciones de superar dichas asignaturas. Adicionalmente, hay que considerar que al ampliar otros periodos de examen no existen más opciones en el calendario académico. Comprendemos que cualquier medida pueda no satisfacer a la totalidad de las personas involucradas, pero el proceso seguido responde al normal y democrático funcionamiento de los órganos colegiados, en los cuales el estudiantado participa con representación a su vez democráticamente elegida por el propio colectivo».

ESTUDIANTES/ Además, añadía el comunicado de la UCO que «para llegar a la propuesta finalmente aprobada en los Órganos de Gobierno de la Universidad, se han mantenido reuniones previas con todos los colectivos implicados. Concretamente, en las reuniones con los estudiantes, donde nunca se ha planteado la posibilidad de mantener la convocatoria extraordinaria, sino que se solicitaron algunas contrapartidas, todas las cuales han sido concedidas».

El presidente del Consejo de Estudiantes de la UCO, Jorge Ortiz, explica que el motivo del rechazo al cambio de fecha es el sobrecoste que supone la convocatoria de octubre, dado que no está incluida en la matrícula del curso.

Para el representante estudiantil, el cambio de fechas responde más a «un mandato político» que realmente a una necesidad de la Universidad, si bien admite que la tendencia es que los exámenes de septiembre desaparezcan porque interfieren con los horarios de clases.

De hecho, a la UCO y a las universidades Pablo Olavide de Sevilla y la de Jaén se unirá previsiblemente la de Almería.