La pasada semana, el programa Preshco daba la bienvenida a los alumnos que este año disfrutarán de él y, además de a estos nuevos estudiantes, la Universidad de Córdoba recibía y daba la bienvenida a la nueva directora residente del programa, Kim Griffin.

-¿Cuál ha sido su trayectoria hasta llegar a Córdoba?

-¡Mi trayectoria es muy larga! Me doctoré en la Universidad Estatal de Ohio en Ciencias de la Educacion, en la rama de Lenguas Extranjeras, y toda mi experiencia laboral ha sido relacionada con este área. He trabajado en varias universidades españolas, como la Universidad Europea de Madrid o la Universidad de Cantabria; y también en norteamericanas, como Middlebury College, Wellesley College o Smith College, desarrollando siempre labores de gestión, docencia e investigación en las áreas de adquisición de segundas lenguas, traducción e interpretación y relaciones internacionales (ORI).

-¿Por qué decidió venir a la UCO?

-El programa Preshco decidió contratar a una persona permanente para dirigirlo. Es un programa que funciona muy bien, pero es cada vez más complejo llevar la gestión y requiere de una persona muy familiarizada con los dos sistemas académicos, con obligaciones fiscales y laborales, y que también pudiera innovar, sobre todo en materia de colaboración con la Universidad de Córdoba. Yo encajé en ese perfil y me ilusionó mucho la idea de venir a Córdoba y trabajar en la facultad de Filosofía y Letras.

-¿Qué le parece la Universidad de Córdoba como institución académica?

-Ya la conocía, porque hace unos años la elegí como destino de varios alumnos de mi antigua universidad, Middlebury College. Es una institución que ofrece una gran variedad de titulaciones, lo cual es muy atractivo para alumnos norteamericanos que pueden elegir asignaturas de diferentes grados. Además, las relaciones entre Preshco y la UCO han sido magníficas desde hace 36 años. Tienen un respeto mutuo y colaboración a muchos niveles.

-Dirige uno de los sistemas de intercambio más importantes de la UCO, el cual lleva tres décadas funcionando. ¿Qué opinión tiene sobre él?

-Dentro del mundo de las universidades norteamericanas que se encuentran en España (son más de 100), Preshco goza de una reputación extraordinaria. Los alumnos están bien preparados lingüísticamente y vienen muy dispuestos a integrarse en la universidad y sociedad cordobesas. Hay cambios que quiero hacer para aumentar aún más esa integración, y ya hemos empezado, por ejemplo, con un apoyo mayor a nuestro programa «Compañeros de Conversación».

-¿Qué beneficios cree que le aporta al alumno estadounidense esta estancia en Córdoba y su universidad durante los próximos seis meses?

-Primero está el aprendizaje y mejora de la competencia lingüística. Una de las innovaciones que voy a implantar aquí es un sistema de evaluación del progreso que hacen en español. Les vamos a evaluar al principio de su estancia, y otra vez al final, para ver exactamente cómo y cuánto mejoran. También los alumnos adquieren competencias interculturales. Vivir con una familia cordobesa, estudiar con alumnos de la UCO, viajar, todo forma parte de unas competencias que iremos evaluando también. Y por último, estudiar en el extranjero en un sistema diferente prepara a cualquier alumno para un futuro laboral más amplio. Claro que muchos de los beneficios dependen de la actitud y motivación de los alumnos. Gran parte de mi trabajo es facilitarles las oportunidades de aprender, pero también me dedico a animarles psicológicamente para que pasen las barreras de las incomodidades inherentes en estar en un país y cultura diferentes.

-¿Qué les diría a todos aquellos alumnos que tienen la opción de acceder al programa Prescho?

-Les diría que en Córdoba van a encontrar todo lo que buscan en una estancia internacional. Ofrece grados y asignaturas diferentes a lo que puedan encontrar en EE.UU. Eso, en sí, es el mejor reclamo para que vengan.