Sara Pinzi y María Dolores Redel son dos de las investigadoras que se han acercado por los colegios e IES para divulgar su trabajo como investigadoras y dar a conocer el papel de la mujer en la ciencia.

-¿Qué es lo que pretenden transmitir al alumnado que participa en estas charlas por el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia?

-Sara Pinzi (SP): Que vean que hay un camino real y asequible a las ambiciones y sueños de cualquier niña, qué no hay que ser wonder woman para ser una mujer científica.

-María Dolores Redel (MDR): Intentar ser referentes y que piensen que es posible, como decía Sara. Cualquier mujer puede llegar a ser científica, o lo que ellas quieran, y esto en ingeniería es especialmente importante. Los niños pequeños adoptan estereotipos. Hay una percepción de que los hombres son más brillantes e inteligentes que las mujeres siendo éste el motivo por el que se decantan por carreras más técnicas o clasificadas para “listos” y esto es interiorizado y asumido por las niñas desde la infancia.

-Ustedes investigan sobre motores, un área tradicionalmente masculina.

-SP: Es un ambiente muy masculino, pero en nuestro caso específico, aunque seamos una excepción a nivel nacional, la responsable del grupo es una mujer, María del Pilar Dorado, y colaboramos con muchas otras investigadoras. He tenido la suerte de trabajar con una gran mayoría hombres sensibles e inteligentes ya que cualquier discriminación y prejuicios daña la ciencia y tampoco está en línea con el pensamiento científico.

-MDR: En nuestra escuela de ingeniería las profesoras no llegamos a ser ni un 25% de algo más de 180 profesores. Sin embargo, en nuestro caso, formamos un equipo donde se respecta a la persona por el trabajo que realiza con independencia de su género.

-En su opinión, ¿está cambiando la posición de la mujer en el ámbito de la investigación?

-MDR: Está cambiando aunque aún queda mucho por conseguir, es cierto que hay muchas menos mujeres trabajando en ciencia que hombres pero también merecen un reconocimiento, un dato es la escasez de premios Nobel femeninos en ciencias. En este sentido, es fundamental dar visibilidad a nuestras acciones.

-SP: Además, la precarización de los investigadores en general hace que las desigualdades se amplifiquen.

-Como científica, ¿cuáles cree que son los principales obstáculos que encuentran las mujeres para desarrollar una carrera profesional científica?

-MDR: Fundamentalmente la conciliación de la vida familiar con la carrera científica. Compatibilizar la maternidad con la investigación y el trabajo es muy complicado, y supone la renuncia de grandes oportunidades profesionales, como cargos de gestión o becas de investigación en el extranjero. En nuestro caso, tenemos la suerte que desde la universidad de Córdoba se han puesto en marcha diversas acciones como el Plan Concilia que mediante una reducción de las horas de docencia se favorece que no se abandone la carrera investigadora en periodos críticos para las mujeres como son la maternidad y la crianza. Por otro lado, está el techo de cristal y en este caso sería el acceder a acciones de liderazgo, cargos de gestión, donde no es equitativo el número de mujeres con respecto a hombres.

-¿Qué cree que pueden aportar las mujeres al pensamiento científico?

-SP: Tenemos que darnos cuenta de que la sociedad, para enfrentarse a sus mayores retos, necesita que todo el mundo se implique, y que las mujeres somos un recurso muy importante. Al no conseguir involucrar a las niñas en la ciencia estamos desperdiciando talento.