VEINTIUNO DEL TRES DEL DIECISIETE

Hoy se celebra el Día Mundial de la Poesía, aprobado por la UNESCO en 1999, coincidiendo con el Equinoccio de Primavera, por lo que se ha venido en llamar también Primavera de los Poetas. No sé para qué sirven estos días internacionales o días mundiales. Además de los Días, también existen las Semanas, los Años y los Decenios Internacionales, cuya función es la misma, si bien su alcance intenta ser más largo. Este Día tiene como propósito promover la enseñanza de la poesía; fomentar la tradición oral de los recitales de poéticos; apoyar a las pequeñas editoriales; crear una imagen atractiva de la poesía en los medios de comunicación para que no se considere una forma anticuada de arte, sino una vía de expresión que permite a las comunidades transmitir sus valores y fueros más internos y reafirmarse en su identidad; y restablecer el diálogo entre la poesía y las demás manifestaciones artísticas, como el teatro, la danza, la música y la pintura. Menos bla, bla y más corazón… Hay que leer el poema de Bertolt Brecht “Malos tiempos para la lírica” e imaginar aunque sólo sea por hoy, a Trump, Putin, Kim Jong- un o a Rajoy, por ejemplo, recitando un poemita para nosotros.