Ganado: toros de Los Espartales, de presentación muy desigual. Parados los dos primeros. Con ritmo, temple y duración el tercero. Manso el cuarto. El quinto, muy noble y colaborador, se lesionó una mano. El sexto, bonancible.

Andy Cartagena: rejón contrario (oreja con leve petición de la segunda); pinchazo y rejón (oreja).

Sergio Galán: medio rejón (ovación); rejón y descabello (ovación).

Diego Ventura: rejón trasero y descabello (dos orejas); cuatro pinchazos y descabello (ovación).

Plaza: rozó el lleno

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Los rejoneadores Diego Ventura y Andy Cartagena salieron ayer a hombros en el festejo inaugural de la Feria de Santiago de Santander, una tarde en la que el primero marcó la diferencia y en la que el mayoral de la ganadería de Los Espartales se sumó a la fiesta al acompañar a los jinetes en la Puerta Grande. Andy Cartagena encontró un débil oponente en el de Los Espartales que abrió plaza, muy sangrado tras un único rejón de castigo. Sin celo, ni empuje, ni fuerza. Al rejoneador le bastaron detalles de doma y cabriolas de cara a la galería, sin toro, para enardecer. Clavó los palos con pulcritud. Un rejonazo contrario de efectos fulminantes valió la primera oreja de la Feria.

El cuarto fue un mansote con marcada querencia hacia los adentros. Cartagena colocó todos los palos a la grupa, cuando los pitones ya habían pasado. La espectacularidad de sus evoluciones sobre las cabalgaduras, más que el toreo, dieron gusto al amable público de Cuatro Caminos. Otro trofeo.El diplodocus que hizo segundo, con sus 659 kilos a cuestas, mantuvo la pobre tónica marcada por su antecesor y se fue amorcillando paulatinamente hasta la inmovilidad total. Sergio Galán estuvo muy por encima de él. Clavó con limpieza, templó y estuvo rápido con el acero definitivo. El tercero, de líneas mucho más armónicas y más suelto de carnes, incluso humilló de salida anticipando su buen juego posterior. Ventura alcanzó la perfección en el galope a dos pistas con Sueño. Fue aquello un prodigio de ajuste, ritmo sostenido y precisión.