El diestro Rafael Rubio Rafaelillo y Pepe Moral, que hoy actúa en la plaza de Belmez (Córdoba) salieron ayer triunfadores en Navaluenga (Ávila), en una tarde en la que Javier Castaño dio el susto, al ser cogido en el cuello, aunque, afortunadamente, todo ha quedado en una cornada superficial de 10 centímetros que solo afecta a la piel. Más allá del éxito del torero murciano, el hecho noticioso de la función fue la cornada que le infirió el cuarto de la tarde a Castaño. Un hecho que conmocionó a los tendidos, que a la salida de la plaza seguían sin saber el verdadero alcance del percance del espada castellanoleonés. Pero pronto se calmaron los ánimos, cuando, desde la enfermería, trascendían informaciones que apuntaban a que la cornada no era tan grave como parecía en un primer momento. Se marchó directo a su casa e, incluso, decía que quería torear hoy en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real).