La decisión de José Luis Moreno de retirarse, por el momento, del mundo del toro, no ha dejado indiferente a ninguno de los estamentos de la Fiesta, sucediéndose toda una avalancha de reacciones, de manera especial en las redes sociales y portales especializados, donde aficionados y profesionales han mostrado su postura sobre la decisión que el torero hizo pública el viernes, "tras una intensa y meditada reflexión".

El denominador común en la mayoría de los comentarios recogidos sobre la retirada de Moreno, es un reconocimiento a su trayectoria y de manera especial hacia la honradez del rubio diestro de Dos Torres, siendo catalogado su toreo como todo un "regalo para el aficionado", recordándose también en ellos faenas como las realizadas en Madrid, Castellón, Córdoba o Pozoblanco, cuando el 26 de septiembre del 2009 se enfrentó en solitario a seis ejemplares de Victorino Martín.

Vida después del toreo

Mención especial a la decisión de Moreno son las reacciones de varios profesionales del mundillo taurino, entre ellas la de Eduardo Dávila Miura, que en su cuenta de Twitter indica que "ojalá muchos dignificaran nuestra profesión como él", añadiendo que después del traje de luces,"hay vida". En parecidos términos, también en Twitter , se han expresado el matador José Ignacio Uceda Leal: "Nunca se irá, por mucho que pase el tiempo, de nuestra retina y de nuestros corazones, tu grandioso toreo eterno...", y el novillero sin caballos cordobés Rafael Reyes, que poniendo el dedo en la llaga apuntaba que "si el toreo no estuviera como está de mal montado... toreros como José Luis Moreno no tomarían esta decisión. No lo merece", mientras que el que fuera uno de los integrantes de su cuadrilla, Rafael Figuerola, sentenciaba con otra de las frases que podrían resumir el sentimiento generalizado de aficionados y compañeros: "No se aprecia lo que se tiene hasta que se pierde".

Comentarios que tampoco han pasado por alto las cornadas sufridas en momentos claves de su trayectoria y que lo quitaron del lugar que había ganado a pulso, y de manera especial el "maltrato" que ha sufrido el espada cordobés por parte de "un sistema obsoleto, con el que no comulgaba y que asola la tauromaquia actual", que ha provocado que se vaya, como inciden aficionados en el portal de Aplausos , "uno que no sobra, y se quedan tantos funcionarios de luces de relleno".

Reacciones que reflejan a las claras el respeto y profundo calado que el matador de toros tiene entre la afición, siendo incluso algunos los que, en virtud a una pasión desmedida por su toreo, se han atrevido a pedirle que reconsidere su postura y a pedirle públicamente que ésta sea como realmente se merece, "con la plaza entera de su tierra demostrándole su cariño".

Tal vez ésta hubiera sido para una gran mayoría la mejor manera de "cortarse la coleta", decisión que por el momento deberá esperar hasta que Moreno, como él mismo apuntaba en el comunicado remitido a los medios de comunicación, recupere esa ilusión perdida por una profesión que era su razón de ser y a la que se entregaba en cuerpo y alma. Difícil empresa tal y cómo están las cosas en el actual mundillo taurino, en el que se premia la mediocridad por encima de otros valores.