Como consecuencia de la extraordinaria actuación de Enrique Ponce el 27 de mayo de 2017 en la corrida de toros de la feria, cortando dos orejas a un toro de Juan Pedro Domecq, la Sociedad Propietaria de Los Califas, según dijo su presidente, Rafael Centeno, «ha querido homenajearle por su entrega esa tarde y por toda su trayectoria profesional que esta temporada que comienza hará la número 29. Nos sentimos honrados con que haya aceptado este homenaje». Y le entregó una estatuilla de plata del Arcángel San Rafael, en medio de los aplausos de los numerosos asistentes. Por su parte, Enrique Ponce respondió a este homenaje manifestando que «un pedazo de mi corazón está en Córdoba, pues mi esposa Paloma, que es cordobesa, y mi suegro, Victoriano Valencia, me inculcaron ese amor por una ciudad que es única».

Seguidamente añadió que «siempre que tengo ocasión vengo a esta ciudad donde viví casi un año y donde desde hace casi 20 años acompaño al Caído en su estación de penitencia el Jueves Santo. Es un honor este reconocimiento, sobre todo, por mi trayectoria, pues después de tantos años sigo con la misma ilusión que cuando comencé», subrayó

Ponce reveló que «he toreado cerca de dos mil quinientas corridas de toros y he estoqueado cinco mil toros y me siento feliz por poder seguir haciendo lo que más me gusta. Soy torero y lo mejor es que me siento torero por encima de todo. Estoy en mi mejor momento y espero poder estar bastante tiempo más toreando por que disfruto muchísimo. Es un privilegio poder seguir haciéndolo para realizar faenas como la que se ha recordado aquí del año pasado. Ojalá la Sociedad Propietaria institucionalice este trofeo para que cada edición de la feria de mayo premie la mejor faena o la labor más completa».

«Y fíjense -añadió- qué curioso que sea una imagen de San Rafael, pues este Arcángel tuvo mucho que ver con que se dieran toros en Córdoba. Hace 400 años se apareció y avisó de que venía una epidemia de peste y dio tiempo a preparase para hacerle frente. Luego, en honor a San Rafael se organizaron en la plaza de la Corredera festejos de toros, y ahí comenzó la fiesta en Córdoba. San Rafael tuvo mucho que ver con ello», recordó Enrique Ponce.

«En fin, espero seguir dándoles buenas tardes de toros mientras pueda, por mi no va a quedar entregarme cada tarde por que torear, todavía, me parece un sueño», finalizó el torero.

Los numerosos asistentes, entre los que se encontraban toreros y componentes de peñas taurinas, compartieron a continuación una copa de vino.