Toros: de la ganadería de Santi Domecq, de aceptable presencia y buen juego en líneas generales, destacando el encastadísimo y muy bravo Emperador-5 lidiado en cuarto lugar y premiado con la vuelta al ruedo.

Manuel Escribano (azul pavo y oro): oreja y oreja, con fuerte petición de la segunda.

Román (burdeos y oro): ovación con saludos tras aviso y dos orejas.

Entrada: Lleno aparente de acuerdo a las limitaciones covid impuestas por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Cabra.

Sobresaliente la actuación del diestro Román de este jueves en Cabra. Sobrado y mostrando un concepto lleno de pureza y torería, supo estar a la altura de su segundo, un toro bravísimo de verdad, un toro de vacas, que en muchas plazas habría sido de indulto.

Va dejando atrás su concepto de frescura y juventud arrolladora el valenciano Román para, cada vez mas, asentarse e ir mostrando un concepto lleno de temple y buen gusto.

A sus dos toros los cuajó sin ambages, dejando por ambos pitones muletazos muy templados, los naturales con el que cerraba plaza tardarán en olvidarse. Gran faena, dando mucho sitio al toro, citando desde lejos, muy lejos y el toro embistiendo en redondo con una bravura y una trasmisión tremendas. Tan bravo fue el toro que al mínimo fallo de colocación, le levantó los pies del suelo propinándole una espectacular voltereta, en principio sin consecuencias, que no le impidió continuar la lidia. Las bernadinas finales al bueno de Emperador también tuvieron ajuste y un temple soberbio.

En su primero, el fallo a espadas le impidió tocar pelo. Pero también lo cuajo con la muleta por ambos pitones.

A gran nivel también rayó la actuación de Manuel Escribano, cumbre el saludo de capa a su segundo, toreó a la verónica como el mejor capotero, no cabe más temple, ni más compás. Luego comenzó la faena de muleta con el pase cambiado por la espalda en los medios, cuajando una excelente faena de muleta, por ambos pitones. Se sucedieron las series, mejores por el pitón derecho. Después la espada cayó un pelín baja y eso le costó el segundo trofeo.

Su primero duró menos porque estuvo demasiado tiempo debajo del caballo al abrir en su acometida una puerta del callejón y estar allí retenido bajo el caballo demasiado tiempo.

Pero aun así Escribano demostró que es la lidia total, recibió con dos largas en el tercio, quitó por chicuelinas y gaoneras, banderilleó espectacularmente y comenzó la faena de muleta en los medios con ambas rodillas en tierra y citando desde lejos. Para terminar su faena con unas ajustadas Manoletinas.

Curtido en mil batallas con las más difíciles ganaderías, el de Gerena mostró que se encuentra en un excelente momento de forma y que sigue aquí, dispuesto para estar en el próximo año en todas las grandes ferias.

Mención aparte merece el buen juego de los pupilos de Santi Domecq, para muchos aficionados lo más bravo dentro del encaste Domecq. Hubo dos toros fuertemente aplaudidos en el arrastre, segundo y tercero y el premiado con la vuelta al ruedo.