Ganado: cuatro toros de Juan Pedro Domecq, uno de Parladé (6º) y uno de la Palmosilla (1º tris que sustituyó a otro sobrero de Juan Pedro Domecq) de escasa presentación, nobles y de juego variado. El cuarto de nombre "Montero", número 19, fue premiado con la vuelta al ruedo.

Enrique Ponce: estocada algo caída (oreja); estocada caída (dos orejas tras aviso).

José María Manzanares: pinchazo y estocada (silencio); y estocada recibiendo (ovación)

Roca Rey: media caída con derrame (dos orejas); y estocada (oreja tras aviso)

Enrique Ponce y Roca Rey fueron los triunfadores de la tarde de ayer en Málaga después de cortar tres orejas, respectivamente, en un entretenido festejo, en el que José María Manzanares no tuvo su mejor actuación. Accidentado comenzó el festejo teniendo que parar Enrique Ponce hasta tres toros después de que el primero de Juan Pedro fuera devuelto por inválido y el sobrero que salió en su lugar tuviera que ser apuntillado tras lesionarse por su paso por el caballo. Salió otro sobrero de La Palmosilla que también adoleció de pocas fuerzas por lo que Ponce tuvo que hacerle todo a media altura. Con su maestría fue haciéndole las cosas poco a poco, con temple y con los detalles que suele imprimir el de Chiva a las faenas. No fue una faena rotunda pero el público quedó encantado. Oreja.

El cuarto, otro impresentable juanpedro, lo exprimió al máximo Ponce. Con el capote fue saliéndose hacia el tercio para rematar con una media. Brindó al publico y se emborrachó de toreo. Comenzó con doblones por bajo sobre ambos pitones, ganándole terreno al animal. Prosiguió a media altura para, a mitad de faena, ir bajándole la mano y obligándolo. El de Juan Pedro fue un buen toro que aguantó la larga faena que le propinó el valenciano, que tiró de técnica y sabiduría para hacerle las cosas perfectas y sacar lo mejor de este buen animal que fue premiado con la vuelta al ruedo. El segundo de la tarde no tuvo ni fuerzas ni entrega. Manzanares no se confió en ningún momento durante la faena, y el toro cada vez fue a menos, mirando una y otra vez a las tablas.

Otro cantar fue el quinto en el que se vio a otro Manzanares totalmente distinto al de su primero. Con ganas, con temple y moviendo el capote con suma belleza. Con la pañosa el alicantino realizó una faena de tono basada en la mano derecha, el pitón bueno del astado. Detalles de torería y empaque.

Roca Rey lidió en primer lugar a un impresentable toro, impropio de una plaza de primera categoría, de hecho las reses lidiadas en la novillada de la feria tenían mucho más presencia que este torito. Ya con la muleta brindó a un público totalmente entregado con el peruano y se fue al tercio para empezar por estatuarios, muy quieto, con las zapatillas clavadas en el albero. En la segunda tanda con la derecha ya lo obligó por abajo y el animal iba detrás del paño humillando y con prontitud.

Con la izquierda llegó el animal más venido a menos, pero aún así siguió embistiendo a la muleta del limeño con prontitud. Cerró la faena por manoletinas y unos adornos por bajo que terminaron de explosionar La Malagueta. Dos orejas. En el sexto, un remiendo de Parladé, hubo pique en el tercio de quites entre Ponce y Roca Rey. El valenciano, por chicuelinas; mientras que el del peruano fue muy variado.

El brindis fue para Victoria Federica, hija de la Infanta Elena, que se encontraba en la primera fila de uno de los tendidos de sombra. Con estatuarios saliéndose hacia el centro del ruedo comenzó una de más a menos debido a la condición del Parladé. que se fue apagando como una vela, Buscó las tablas al final pero Roca Rey fue tras él para pegarse el arrimón y arrancarle los últimos muletazos.