Enrique Ponce hizo a su primero una faena a tono con las condiciones de un animal al que costaba humillar. Toreo a media altura, mucha suavidad en la muleta y ligazón en las series. Mal con espada y descabello. Al noble pero justo de fuerzas que hizo cuarto le hizo una faena a más, con el astado también a más. Naturalidad y maestría de Ponce a partes iguales que, tras pinchazo y estocada, le permitió cortar las dos orejas.

Gran ovación la que el público tributó a Antonio Ferrera cuando tomó las banderillas ante su primero. Faena del extremeño en la que lució su temple, con series muy ligadas en redondo, para acabar en terreno de cercanías. El quinto se quiso rajar en cuanto Ferrera le ligó las dos primeras series. Iba y venía pero decía poco, por lo que acabó el torero con un arrimón.

A su primero El Juli le hizo una faena en la que los toques eran firmes, y así lo llevó en redondo hasta que, acortó distancias. El sexto tuvo clase hasta que duró, que no fue mucho, tras unas primeras series en redondo ligadas, de trazo largo y profundo.