Con más de 60 novilladas toreadas, el novillero Javier Moreno Lagartijo ha decidido retirarse del toreo.

-Es una decisión difícil. ¿Por qué ha sido?

-Una de las razones es que no me he sentido bien tratado en mi tierra. Yo quería tomar la alternativa en Los Califas, pero me dijeron que no había sitio para una alternativa y que tampoco habría novilladas, y en caso de montar alguna no contarían conmigo. Eso aceleró mi decisión que ya venía meditando desde hace tiempo.

-¿Cansado de luchar?

-Sí, también. Desde que debuté con caballos en Utrera en 2015, ha sido una batalla constante. El único que está rompiendo los moldes es Roca Rey, pero todos no podemos ser como él. Cada uno expresa su toreo como lo siente. El toreo actual necesita de unas condiciones que yo no tengo. No quiero ser un asalariado del toreo.

-¿Se va disgustado?

-Me he jugado la vida, a cambio de nada, pero me voy satisfecho en cuanto a mí se refiere, otra cosa es como se ve desde fuera. He estado en México y he toreado seis novilladas. Ese viaje me cambió la vida. Allí aprendí que lo más importante no es lo material; esa gente extraordinaria se conforma con poco y entonces entiendes que ser torero no quiere decir que tengas que ganar millones, es una forma de expresar el arte que llevas dentro. Y cada uno lo hace como mejor cree.

-¿Qué te ha aportado ser torero entonces?

- Me ha aportado serenidad en mi espíritu. Soy consciente de que a lo mejor no he hecho las cosas bien, pero cada tarde que me vestía la sentía como algo que me llenaba completamente. Fui a México con una mano atrás y otra delante y me sentí bien acogido y fui feliz. Llegué sin nada, lo peleé y lo conseguí, y eso me animó a confiar en la gente.

-¿Hay más oportunidades para los novilleros allí que aquí?

- Sí. Lo que aquí se le hace a los novilleros es una locura. Hay una vara de medir muy alta y rigurosa. He toreado en Madrid hace unas fechas y echaron una auténtica corrida de toros. Torear eso no puede dar la dimensión de un novillero que quiere abrirse camino. Esto es un aprendizaje y vas poco a poco adquiriendo conocimientos que te van dando seguridad y confianza, no se te puede tratar como si fueras un matador cuajado.

-¿Es una retirada temporal?

-Quiero que sea definitiva, pero no lo sé. Me reuniré con mis amigos en el campo, torearé para ellos y para mí y espero sentirme satisfecho. A los 16 años toreé mi primera becerra en Villafranca de los Barros y de allí hasta ahora me considero un currante del toreo.

-Y a partir de ahora...

- Mi futuro lo voy a encauzar en la Universidad. Voy a iniciar una carrera el próximo curso y voy a procurar ser feliz. Siendo feliz encontraré el camino...