El diestro burgalés Jesús Martínez Morenito de Aranda logró un triunfo de dos orejas, la última de ellas sobre la bocina, en su encerrona con seis toros de Adolfo Martín, lo que le permitió salir a hombros en la segunda de la feria de San Pedro y San Pablo de Burgos. La gesta estuvo a punto de irse al traste, precisamente, por la escasa colaboración de los cárdenos de albaserrada.

Su primero fue un toro al que le costaba desplazarse, muy quedado, y al que Morenito, que brindó faena a su paisano Roberto Martín Jarocho, no pudo pasar de aseado. Mató a la primera y, aunque le pidieron la oreja, se tuvo que conformar con una ovación.

El segundo se quedaba muy corto hasta que se paró por completo. El de Aranda de Duero hizo un notable esfuerzo. La primera oreja de su encerrona la cortó al tercero, que tuvo algo más de codicia que sus hermanos, y al que muleteó con soltura por uno y otro pitón, lo que, sumado a una eficaz estocada, le puso en sus manos el trofeo.

El cuarto no colaboró lo más mínimo, y, aunque Morenito firmó algunos pasajes estimables sobre la mano izquierda, no pudo redondear faena de triunfo. Como tampoco lo consiguió frente al quinto, que le pegó una voltereta, por fortuna sin consecuencias.

En el sexto salió a por todas el burgalés. Se fue a portagayola para seguir toreando de rodillas a la verónica. Muleta en mano fue todo entrega Morenito, que se vació por completo para, tras una buena estocada, lograr la oreja que le hacía falta para la salida a hombros.