La Feria del 2013 será recordada como la del lío de Morante. Así, sin más. Tal fue la dimensión de su actuación en la corrida del sábado que no hará falta recurrir al dato histórico de las cuatro orejas y el rabo que conquistó. Porque lo suyo no puede quedar en una cuestión de trofeos --aunque haya que significar que resultaron excesivos-- sino cantarse como una sublime expresión torera. Eso fue lo que hizo crujir la plaza de Los Califas, cautivada por la inmensa dimensión artística de un Morante que, más allá de los dos buenos juampedros que tuvo en suerte --dos toros fabricados para la tauromaquia moderna en juego y presentación--, dio rienda suelta a la inspiración para construir una sinfonía arrebatadora. Delicioso, espléndido, exquisito, luminoso... Un lío para vivirlo y degustarlo, para recordar más que para contar, todo esto sin atender a consideraciones sobre cuestiones técnicas o calibre del enemigo. El arte es libre. Y los sentimientos. Una tarde con otro prisma, en tarde de éxtasis morantista, no cabe.

También salieron a hombros por la Puerta de Los Califas José Luis Moreno y Diego Ventura. El portazo del primero, el cuarto en las últimas cinco ferias, de un gran mérito. En su primer paseíllo del año, absoluta solvencia, mucha sinceridad y entrega; también inteligente para sacar provecho del toro al que desorejó y a un notable nivel artístico. Mientras que en rejones, Ventura cosechó tres orejas con más adornos que toreo.

También se llevaron un apéndice Finito, El Cid y David Mora, aunque de diferente peso. Finito lo conquistó la tarde de lo de Morante después de dibujar algunos muletazos excelsos; El Cid, la tarde de triunfo de Moreno, por una estocada y poco más, y Mora, en la deslucida corrida de Núñez del Cuvillo del viernes, por su disposición. También tocaron pelo los caballeros Andy Cartagena y Leonardo Hernández. Del resto, Perera, Talavante y Manzanares, sin toros. Daniel Luque, sin actitud. Y en las novilladas, dos encierros de muy buen juego de La Quinta y La Morantilla. A una oreja salieron Rafael Reyes, Vanegas y El Rubio, aunque el balance debió ser más amplio.

En cuanto a la gestión de la empresa, Ramguertauro ha conseguido un pequeño repunte de público. La rebaja de precios y la promoción entre jóvenes y escolares --sembrar para el futuro-- han sido claves. En el debe, la extensión a toda la feria del prometido punto de más en la presentación del ganado, que los días de las figuras se quedó en el campo.