GANADO: seis toros de Montalvo, el 4º como sobrero en sustitución de un titular inválido. Desiguales de volumen. Destacaron por nobleza los dos primeros del lote de De Justo; el resto, de escaso fondo.

EMILIO DE JUSTO: estocada y nueve descabellos (palmas); estocada (oreja con petición de la segunda); dos pinchazos (vuelta al ruedo).

ROMÁN: estocada baja y descabello (palmas); estocada honda atravesada (silencio); tres pinchazos, media estocada atravesada y descabello (silencio).

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El diestro cacereño Emilio de Justo, que paseó la única oreja, impuso la firmeza de su toreo en el mano a mano que le enfrentó ayer en Valencia al local Román, que reapareció con resultados discretos tras la gravísima cornada sufrida en la pasada feria de San Isidro. De Justo contó para su triunfo con el mejor lote de la corrida de Montalvo, en especial sus dos primeros enemigos, que tuvieron nobleza y sacaron su fondo de calidad. El torero de Plasencia tuvo el acierto y la virtud de abrirles a ambos las faena de muleta con mucho temple, suavidad e inteligencia, moviendo el engaño a la altura idónea para ayudar a equilibrarlos y, así, facilitar que desarrollaran su voluntad de embestir con entrega.

En cambio, Román tuvo una aciaga vuelta con tres lotes muy defensivos.