Tarde pletórica en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) ante una buena corrida de Zalduendo en el que Julián López El Juli indultó un gran toro, que, sumado a las dos orejas que cortó de su primero, le permitió salir a hombros junto al peruano Roca Rey. Morante lidió un lote inválido en el que sólo pudo ofrecer destellos.

El Juli, en su primer toro, ofreció su dimensión lidiadora y técnicamente estuvo muy por encima de un animal que sólo pasaba, sin emoción. Su segundo toro fue de excelente condición. Noble y a más. Con una clase indiscutible con el que el Juli estuvo cumbre. Siempre templado y dando muletazos largos y con la muleta baja. Una gran obra, que acabó en apoteosis con el indulto de Jorguín.

El primero de Roca Rey tuvo una clase extraordinaria pero poca chispa. El diestro construyó una faena aseada. A su segundo le recetó pases templados que calaron.