Toros y novillos de Carmen Lorenzo, el tercero con el hierro de Capea, que han ofrecido buen juego.

Pablo Hermoso de Mendoza, dos orejas y silencio.

Lea Vicens, ovación y dos orejas.

Guillermo Hermoso de Mendoza, silencio y dos orejas.

Plaza: Tres cuartos de entrada, en una tarde calurosa.

El presente y el futuro que representan Pablo y Guillermo Hermoso de Mendoza (padre e hijo) y Lea Vicens coincidieron ayer en el último festejo de la Feria de San Antolín de Palencia, una corrida de rejones en la que todos ellos salieron a hombros. Abrió fuego Pablo Hermoso de Mendoza con un toro colaborador, que en los inicios se le puso por delante. Preciso a la hora de clavar, Pablo hizo toda una demostración de una gran técnica. Brilló a dos pistas con Berlín. Certero con el rejón de muerte, algo trasero. Pablo pechó con un toro con más volumen en cuarto lugar, al que le costó desplazarse, entonada faena rematada con un rejonazo arriba. Lea Vicens tuvo una actuación vibrante, pero desigual, en el segundo, conectó pronto con los tendidos, destacando al clavar al quiebro. Desafortunada a la hora de matar. Sin brillo Lea con los rejones de castigo, clavó con desigual acierto. Más entonada en la segunda parte de la faena, en una actuación de menos a más, protagonizó momentos lucidos con las banderillas. Contundente la rejoneadora francesa con el rejón de muerte.