GANADO: cinco toros de Núñez del Cuvillo y un sobrero (5º) de La Palmosilla, de parejas hechuras, terciaditos, noblotes y de juego variado.

ENRIQUE PONCE : ovación y dos orejas.

GINÉS MARÍN: dos orejas y dos orejas.

ANTONIO CATALÁN 'TOÑETE’: palmas y oreja.

Ginés Marín hizo ayer un pleno de cuatro orejas en la tercera de feria en Almería, y abrió la Puerta Grande. Ginés Marín cuajó una gran faena al segundo, al que recibió con una larga cambiada antes de exhibir variedad y gusto con el percal. Con la muleta surgió el buen gusto del jerezano, que toreó encajado, templado y con profundidad, sobre todo con la zurda, por donde brotaron muletazos de exquisita y cadenciosa firma.

Pero todavía quedaba lo del quinto, un exigente sobrero de La Palmosilla con el que Marín volvió a estar cumbre, sobre todo por la firmeza y los arrestos que mostró, primero para sobreponerse de un fuerte voltereta en los primeros compases, y después para acabar imponiéndose a fiero al animal en lo que fue una faena de mucha emoción.

Ponce firmó una obra de altura al cuarto, un gran cuvillo, bravo y con motor, al que el valenciano cuajó de principio a fin, desde las elegantes verónicas en el saludo a la estocada final, con un toreo excelso sobre ambas manos.