Ganado: seis novillos de Saltillo, de buenas hechuras, muy en el tipo de su encaste, sin exageraciones de ningún tipo, y de juego variado.

Alberto Pozo: media muy trasera (ovación); y pinchazo, media trasera y muy atravesada, y dos descabellos (silencio).

Alejandro Conquero: casi entera trasera y atravesada, y siete descabellos (ovación tras dos avisos); dos pinchazos y estocada atravesada que escupe y seis descabellos (silencio tras aviso).

Francisco Montero: estocada trasera y desprendida (ovación tras aviso); y media (silencio).

El novillero Francisco Montero puso firma a los pasajes más destacados de la desigual novillada de Saltillo celebrada este domingo en Las Ventas, gracias a la absoluta entrega que mostró en los dos utreros que le tocaron, con los que dio la cara sobradamente. Montero no perdió los papeles en ningún momento, aunque el tercero ya de salida quiso saltar las tablas y no le puso las cosas fáciles al chiclanero, que, con muchas carencias técnicas, le plantó batalla casi a cara a cruz, aguantando oleadas y coladas hasta ser arrollado sin consecuencias.

Salió a por todas Montero en el sexto, al que recibió a portagayola con el capote de paseo para continuar con una larga cambiada más y un manojo de extraordinarias verónicas. Aquí sonaron los olés más rotundos de la función. Pero flaco favor le hizo después el picador, desollando y reventando al animal en una vara infame.

El primero de la tarde fue un novillo bajito y bien hecho, que colocó muy bien la cara en los capotes. Luego en la muleta, aunque le faltó motor y picante, no tuvo tampoco mal aire, respondiendo con suma nobleza los envites de Alberto Pozo, que anduvo un tanto deslavazado con él. El cuarto fue el peor con diferencia, un novillo que se paró enseguida y se negó a pasar, sin dar opción alguna a Pozo,.

Conquero se las vio con un novillo que tuvo tanta nobleza como pocas fuerzas, pero fue suficiente para que el onubense exhibiera el buen corte que posee en varias pinceladas al natural de mucho gusto. Lo de la espada ya fue otro cantar. Con el quinto quedó inédito Conquero al estrellarse con un novillo bronco que le puso en serios aprietos.