GANADO: cuatro toros y dos novillos de El Ventorrillo, de aceptable aunque desigual presentación, justos de fuerza y muy variado juego, destacando los lidiados en segundo, tercer y cuarto lugar, manseando descaradamente primero y quinto.

CURRO DÍAZ: metisaca y estocada (saludos desde el tercio); estocada (oreja con fuerte petición de la segunda).

ÁLVARO LORENZO: media estocada muy tendida y ventiún descabellos (silencio tras dos avisos); estocada (una oreja).

CARLOS JORDÁN: estocada y tres descabellos (saludos desde el tercio tras aviso); dos pinchazos y estocada tendida (silencio tras aviso).

PLAZA: Coso de los LLanos (Pozoblanco). Algo más de un cuarto de entrada en tarde de temperatura agradable. Segundo festejo del abono con motivo de la feria en honor a Ntra. Señora de las Mercedes.

Dos tandas de naturales que hicieron crujir literalmente al escaso público que ayer se dio cita en el Coso de los Llanos, bastaron para que Curro Díaz hiciera brotar el duende en una tarde que, hasta el momento, discurría por los derroteros del aburrimiento.

Fue en el que hacía cuarto, un basturrón ejemplar de El Ventorrillo, con el que Díaz dejó pinceladas de torería, particularmente cuanto tomó la muleta con la zurda, rubricando los mejores pasajes de la tarde toreando al natural con el temple y la elegancia que poseen los elegidos. Lo había intentado el maestro de Linares por la derecha, pero las protestas de su antagonista hicieron que cambiara de pitón y por ahí la cosa cambió radicalmente. Un pase del desdén de auténtico cartel, dos ayudados cuajados de torería y una efectiva estocada pusieron una oreja de peso en sus manos.

Trofeo que de haber estado más acertado con los aceros también hubiera conseguido en el que abría plaza. En este caso, tras un trasteo genuflexo, Díaz lo intentó por ambos pitones, tapando la continua huida del ejemplar de El Ventorrillo, que a la mínima de cambio tomaba la dirección de las tablas, evidenciando su descarada mansedumbre.

Por su parte Álvaro Lorenzo se las vio y se las deseó con el quinceño que saltó al ruedo en segundo lugar, con unos pitones que imponían respeto y que fue aplaudido de salida. Prometía la faena de muleta tras un inicio con una tanda de derechazos rematada con un soberbio pase de pecho y varios cambios de mano, pero ahogó tanto el toledano a este Abrazadero, que pedía a gritos más sitio, que la faena se fue diluyendo hasta que llegó el sainete con la espada, que provocó incluso algunos pitos del respetable.

En el segundo de su lote, la gallina cantó a las primeras de cambio, por lo que Lorenzo tuvo que tirar de voluntad e intentarlo por ambos pitones, dejando algún pase suelto de estimable ejecución. En esta ocasión, la efectividad con la espada y el tesón demostrado fueron los argumentos para la concesión de la oreja con la que fue premiada su actuación.

Completaba el cartel el novillero con caballos Carlos Jordán, que recibió a su primero a portagayola, recetando posteriormente un afarolado y varias verónicas en un vibrante saludo capotero. Con la muleta, el de Villanueva de Córdoba dejó una buena impresión, particularmente toreando con la derecha a un novillo que exigía una mejor colocación y más mando, privándolo la espada de un trofeo, que tampoco pudo conseguir en el que cerraba plaza, en este caso con muchas complicaciones y también manseando como varios de sus hermanos.