Los dos toreros heridos de gravedad en la Feria de San Isidro, Gonzalo Caballero y el francés Juan Leal, evolucionan «bien aunque lentamente» de sendas cornadas sufridas los pasados días 21 y 25 de mayo, respectivamente, lo que les obligará a guardar todavía varios días más de hospitalización. Así lo ha confirmado el doctor Máximo García Padrós, cirujano jefe de la plaza de toros de Las Ventas y encargado de seguir la evolución de ambos espadas en la clínica de la Fraternidad de la capital de España.

El veterano galeno confiesa que el que ha dado el cambio más positivo ha sido Gonzalo Caballero, que ya empieza a levantar la pierna y dar sus primeros pasos, aunque todavía con molestias y dolor en la pierna afectada por una cornada de 25 centímetros que provocó importantes destrozos musculares y contusionó de forma severa el nervio ciático, desprendiéndolo del fémur. «Estamos a la espera del resultado de un electromiograma, pero le he visto bastante mejor, lo que nos indica que la afectación nerviosa va recuperándose. Aun así vamos a esperar dos o tres días y ya veremos si le damos el alta para que empiece la rehabilitación. Pero la sensaciones son buenas», asegura Padrós.

Por su parte, la evolución del francés Juan Leal, herido también de pronóstico grave el pasado sábado con una cornada de 25 centímetros en la zona perianal, todavía es más lenta, también porque no han pasado todavía ni 48 horas del percance. «Le hemos hecho un escáner del coxis, que está desplazado, y mantiene la sonda vesical que le pusimos. Está muy molesto y sufre aún fuertes dolores, sobre todo al hacer deposiciones. Lo bueno es que hemos descartado lesiones en la vejiga y en el recto. Hay que esperar también varios días y ver su evolución», manifiesta también el doctor.

El tercer herido que arroja la feria fue el peruano Roca Rey, aunque éste de menor consideración con un puntazo de seis centímetros en el muslo derecho que no requirió ingreso hospitalario.