El abono de los gastos generados por el Plan Especial de Infraestructuras Eléctricas (PEIE) sigue dando quebraderos de cabeza a Urbanismo. El consejo rector abordará los primeros requerimientos que hará el organismo municipal para que las juntas de compensación de dos planes parciales paguen a Endesa la parte que les corresponde por el incremento del baremo y por los gastos arqueológicos derivados de las obras previstas para proporcionar luz a los nuevos barrios y polígonos. Urbanismo exige a los propietarios de terrenos que forman parte de la junta de compensación de Cortijo del Cura (O4) 526.759 euros --179.307 por el aumento del coste del baremo y 256.030 por la arqueología--. Además, pide 184.886 euros a la junta de compensación del entorno de La Arruzafa (O1) por los gastos arqueológicos, ya que ya abonó 129.482 por el coste del baremo. Urbanismo les da un plazo de un mes para abonarlos, si no, iniciará la ejecución de los avales depositados para ello. Los requerimientos llegan tras la puesta en marcha de la subestación de Poniente.

La historia del PEIE es larga. El plan empezó a tramitarse en el 2002 y se aprobó en el 2004 para proporcionar luz a 18.000 viviendas de los barrios nuevos e implicaba la construcción de cuatro subestaciones y de un anillo de líneas de alta tensión. En principio, se asignó una potencia de 7 kilowatios por metro, saliendo a 63,20 euros el kilowatio, cantidad que tendrían que abonar las juntas de compensación. El plan se vio afectado por la crisis en el 2008 y las obras quedaron paradas. En febrero del 2011, Urbanismo intentó desbloquear ese parón impulsando la ejecución de las subestaciones de Poniente y de los Omeyas, con un presupuesto de 15,1 millones, por lo que el coste del kilowatio subió a 74,68 euros, al que había que sumar la repercusión de los 4 millones de las excavaciones arqueológicas. Como varias juntas de compensación recurrieron, Urbanismo promovió en el 2012 una auditoría para verificar los gastos de las obras y un informe arqueológico, tras el que el coste de las excavaciones se redujo de 4 a 3,3 millones.