Más de 180.000 cordobeses, entre el 30% y el 40% de la población con más de 18 años, sufre hipertensión arterial (HTA), pero casi la mitad, en torno al 40% (unos 70.000), desconoce que padece este problema, debido a que por el momento no ha sufrido ningún síntoma o porque no suele realizarse controles para saber si tiene la presión arterial alta o baja. Enrique Martín Rioboo, médico del centro de salud de Poniente, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Hipertensión e integrante de grupos de trabajo sobre este problema de salud en la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), señala que «comer de forma saludable, no fumar, hacer ejercicio físico y consumir alcohol de forma moderada es la mejor forma de prevenir este problema y otros como el colesterol, diabetes u obesidad».

«La hipertensión está presente en casi el 70% de los ictus, el 60% de infartos agudos de miocardio y en torno al 80% de casos de insuficiencia cardiaca o renal, de ahí la importancia de llevar una vida sana para evitar la tensión alta, ya que este problema constituye uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, que es a su vez el primer motivo de muerte en las sociedades desarrolladas», expone este médico. La hipertensión está relacionada también con otras patologías de relevancia, como la arteriopatía periférica, la retinopatía diabética o la fibrilación auricular y está presente en dos de cada tres afectados por estas dolencias.

RELACIÓN / Este experto recalca que las recomendaciones de sociedades médicas como la Semfyc recogen que a partir de los 40 años se debe descartar la hipertensión en personas asintomáticas con controles, al menos cada 3 o 5 años. En personas sintomáticas el control sería anual o incluso de forma más frecuente si existen factores de riesgo para el desarrollo de hipertensión.

Enrique Martín Rioboo indica que la hipertensión arterial está estrechamente relacionada con factores de riesgo cardiovascular como obesidad, sedentarismo, consumo excesivo de alcohol o drogas, tabaquismo y diabetes. Igualmente, el hecho de que un creciente número de personas esté adoptando un estilo de vida inadecuado (consumo excesivo de sal, grasas saturadas, ácidos grasos, trans o azúcar) potencia dichos factores de riesgo cardiovascular e incrementa la posibliidad de sufrir hipertensión. Por ello, para un adecuado control de la hipertensión y para que los fármacos puedan actuar de forma correcta es necesario evitar y eliminar de forma prioritaria esos factores de riesgo, como el estrés, el tabaco, el alcohol, el sedentarismo u obesidad.

Por esta falta de hábitos sanos, al igual que ocurre con la diabetes, en las últimas décadas ha habido un aumento progresivo de prevalencia de la hipertensión arterial (número total de personas afectadas), aunque esto también puede estar condicionado por un mejor diagnóstico y, compensado en parte, por una mayor eficacia en el tratamiento de la hipertensión, logrando resultados esperanzadores al disminuir progresivamente el número de ictus y de enfermedades cardiovasculares asociadas a la hipertensión.

«En los últimos meses se han producido problemas de desabastecimiento en las farmacias, con una frecuencia nada recomendable, de algunos medicamentos hipertensivos, concretamente de algunos lotes de Valsartan, y también por el cambio continuo de medicación por la subasta de medicamentos en Andalucía y por otras razones, lo que puede conducir a errores en el cumplimiento del tratamiento por parte de personas mayores o polimedicadas», precisa este médico.

Una enfermera toma la tensión a una mujer en una campaña en la calle. CÓRDOBA

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EL CONTROL DE LA HIPERTENSIÓN

DÓNDE SE DEBE MEDIR

La presión arterial debe tomarse en consulta o en casa, con aparatos automáticos validados. También puede ser en farmacia.

CÓMO HACERLO

Colocar el manguito del medidor de forma adecuada. No haber ingerido café, té o alimentos en las últimas horas. No haber realizado ejercicio, mantener una pos tur a adecuada (espalda recta apoyada, brazo en horizontal apoyado sobre una superficie dura y a la altura del corazón). Haber orinado previamente, no hablar durante la toma y realizar al menor dos o tres tomas de presión separadas por 1 o 2 minutos por la mañana y otras tantas por la noche para ser estudiadas por el personal sanitario.